Entre las numerosas críticas recibidas por monseñor Rouco Varela, está el hecho de que sonara el himno nacional tras la consagración durante el Funeral de Estado por Adolfo Suárez. Sin embargo, no es inusual que suene el himno en el momento más importante de la Eucaristía cuando se celebra una misa solemne.
Es algo más que habitual en celebraciones patronales, en el Corpus, en las eucaristías de la Semana Santa, en las procesiones en honor a la Virgen y a Jesucristo- e incluso en alguna boda.
En este sentido, la presencia del himno de España en el momento más importante de la eucaristía, la consagración, en una misa solemne como la celebrada este lunes no sería, por lo tanto, algo fuera de lo común y se enmarcaría dentro de los honores dedicados a Jesucristo en el momento en que, según el rito católico, se hace carne.
La versión del himno que sonó este lunes fue la corta, de 22 segundos, según han explicado desde la Escuela Internacional de Protocolo, que también ha precisado que el rito de un funeral de Estado se adapta al propio de la Iglesia católica y que presidencia del Gobierno y protocolo de la Casa Real se ocupan de otros aspectos, como las entradas al templo, la colocación de los asistentes o los movimientos dentro de la iglesia.
Por otro lado, no es la primera vez que ha sonado el himno nacional en un Funeral o celebración de Estado. Sin ir más lejos el pasado 11 de marzo durante el décimo aniversario de los atentados de Madrid en la catedral de La Almudena se repitieron todos los signos que se llevaron a cabo en la ceremonia a Suárez. Se tocó el himno a la entrada de los Reyes al templo y durante la consagración, tal y como se realiza en numerosos rincones de España.
Pero aún hay un caso más claro. En 2008 murió el expresidente Leopoldo Calvo Sotelo y se le ofreció un funeral de Estado idéntico al que se ha realizado ahora a Adolfo Suárez. En aquel momento sonó el himno tanto en la consagración como con la presencia de los Reyes.