La Generalidad de Cataluña no se olvida de los que en distintos ámbitos están contribuyendo a la causa separatista. También en el ámbito religioso, en el que Mas y los suyos trabajan para conseguir una iglesia nacional que sea sumisa a sus postulados ideológicos. En Cataluña existe un importante sector del clero de marcada tendencia nacionalista y ahora la Generalidad ha premiado con la Cruz de San jorge a dos de sus referentes por sus servicios prestados.
El jesuita Enric Puig y el benedictino Hilari Raguer recibirán el mayor premio de la Generalidad catalana. Ambos son dos personajes relevantes en el ámbito religioso por representar el sector más nacionalista y progresista de la iglesia en Cataluña.
Hilari Raguer es uno de los monjes benedictinos más importantes del Monasterio de Montserrat, gran bastión nacionalista y el pulmón religioso del nacionalismo. En este sentido, la Generalidad le entregará la cruz "por su compromiso social y con la catalanidad, desde una destacada contribución a la historiografía como autor, entre otros, de libros sobre historia política y religiosa".
Monje militante de ideología catalanista, Raguer tiene una trayectoria ligada a la política y recientemente ha contribuido a la causa secesionista publicando un libro titulado Ser independentista no es pecado. La Iglesia y el nacionalismo catalán en el que defiende la separación de Cataluña de España.
En una entrevista en Religión Digital aseguraba que "no estoy contra nadie, pero reclamo la libertad para Cataluña. Si esta libertad es compatible con España, con Europa y con Oceanía, magnifico. Yo salvaguardo otra unidad, al igual que España y Francia se repartieron Cataluña. Hay una Cataluña francesa, porque se la merendaron entre las dos".
El monje benedictino nació en Madrid y se licenció en Derecho en Barcelona donde coincidió en grupos antifranquistas con Jordi Pujol. Participó en una huelga que le llevó a la cárcel. En 1954 entró en el Monasterio de Montserrat y tras ordenarse sacerdote fue enviado a París donde elaboró su tesis doctoral, centrada en Unió Democrática de Cataluña.
En sus artículos es costumbre criticar a la Iglesia y el papel que desempeñó durante la Guerra Civil. También se ha mostrado especialmente crítico con la jerarquía católica española e incluso con los últimos Papas. Su principal objetivo es conseguir una Iglesia catalana.
Una escuela catalana y catalanista
Por otro lado, la Generalidad también ha reconocido la labor del sacerdote Enric Puig. Muy cercano al cardenal Sistach, Mas justifica el galardón por su "destacada dedicación a los niños y jóvenes, a través de la escuela y del mundo del ocio".
Puig desempeña un puesto clave para los intereses del nacionalismo catalán pues es el secretario general de la Fundación Escuela Cristiana de Cataluña, cuyo patrón es el propio cardenal de Barcelona y que engloba a 434 escuelas e institutos y a más de 250.000 alumnos.
Esta influyente agrupación dirigida por Enric Puig se ha convertido en un ariete del nacionalismo siendo uno de los mayores defensores de la inmersión lingüística en Cataluña. De hecho, en varias ocasiones han llamado al desacato y a la desobediencia de las sentencias que obligan al bilingüismo en los colegios.
El propio Puig es una persona muy cercana al entorno convergente. Antes de ser sacerdote fue un alto cargo de CiU e incluso desempeñó importantes cargos en la Generalidad en la etapa Pujol. Ahora Mas le agradece los servicios prestados.