Tras la polémica del Funeral de Estado y el acto en el Cervantes, este miércoles Mariano Rajoy y Teodoro Obiang coinciden en la cumbre UE-África, que se celebra en Bruselas. En la agenda está prevista una cena de todos los participantes, entre los que se encuentra líderes europeos como Hollande y Merkel y representantes de 53 países africanos.
En el arranque de la cumbre, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, fue llamado a estrechar la mano de los presidentes Barroso y Van Rompuy por un estricto orden alfabético en inglés que lo colocó después del mandatario de Uganda y antes del de Tanzania.
El protocolo de la UE también obligará al presidente español a compartir mesa y mantel con el presidente de Guinea Ecuatorial. Rajoy y su incómodo comensal se sentarán codo con codo en la cena. La razón, que la UE distribuirá los asientos en esta ocasión "por razones idiomáticas", según explican voces autorizadas del Gobierno español. Fuentes europeas confirmaron también a este diario que "el criterio del idioma es lo habitual". "Protocolo funciona con esos criterios y quien viene a una cita así, sabe a qué se expone", asegura una fuente muy familiarizada con las reuniones de la Union Europea y los países ACP (Africa, Caribe, Pacífico).
El presidente Rajoy no podrá, pues, evitar una fotografía poco favorecedora junto al mandatario de Guinea Ecuatorial, pero sí quiso marcar distancias y aclarar que no mantendrá ningún despacho privado con el presidente Obiang. También su embajador ante la UE, Alfonso Dastis, evitó ayer compartir mesa con el dictador africano en una reunión de la Cámara de Comercio en la que, sin embargo, y según aseguraron a LD fuentes de la propia patronal, "nadie hizo ascos a Obiang". En la misma cita, el propio vicepresidente de la Comisión Europea, Antonio Tajani, habría pedido "a pecho descubierto" al dirigente guineano "que invirtiera en Europa y no en China", que respondió criticando "la mentalidad post colonial de la UE" y pidiendo "adaptar la mentalidad europea a la africana para hacer negocios" con el continente vecino. Las mismas fuentes aseguran que, en todo caso, los hombres del presidente Obiang en Bruselas "se saben mover y no necesitan mediación de ningún tipo" para ser invitado a un acto.
Según la información que publicaba este miércoles El País, el dictador habría pedido una reunión bilateral con Rajoy, que Moncloa habría rechazado. La solución para que el encuentro entre ambos se produjera habría sido, según el rotativo, que los dos políticos se sentaran juntos en la mesa.
Moncloa, en cambio, insiste en el protocolo de la UE para justificar que coincidan en la mesa. Fuentes del Ejecutivo han explicado que los asientos en la sesión plenaria de la cumbre se han fijado por orden alfabético en francés, mientras que para la cena las mesas se han distribuido en función del idioma, algo que, desde el propio Consejo, confirman a LD "es habitual". Obiang habla español, por lo que el presidente se librará de hablar otro idioma.
"Espero compromisos concretos"
Si mantener un aparte con el presidente Obiang no está en los planes de Mariano Rajoy, sí lo está poner el problema de la inmigración encima de la mesa, y tratar del mismo con dirigentes de Ghana, Mozambique, Malí, Madagascar y Tanzania, según ha informado Presidencia del Gobierno.
Crítico con los tiempos europeos –"fíjese, yo fui ministro de Interior hace más de diez años y ya estábamos planteando estos temas"-, el presidente Rajoy se mostró confiado en que la UE dé pasos concretos para aliviar la crisis migratoria que afecta a España. "El gran objetivo es que la gente no se tenga que ir de sus casas porque no puede vivir", subrayó Rajoy para apostar por una colaboración que potencie los derechos humanos y las instituciones en los países de origen. "Es muy difícil que quien no tiene nada que perder, para vivir no intente salir de su casa", lamentó.