Miles de personas han asistido este jueves al desembarco de la compañía de honores del Grupo de Zapadores de la Brigada de la Legión Rey Alfonso XIII y al traslado del Cristo de la Buena Muerte -conocido como el Cristo de Mena- a su trono procesional. Los militares marcharon desfilando por las calles, desde el recinto portuario hasta la iglesia de Santo Domingo, situada en la plaza Fray Alonso de Santo Tomás.
El traslado del Cristo de la Buena Muerte y Ánimas, popularmente conocido como Cristo de Mena, marca el inicio del Jueves Santo malagueño. Los legionarios han portado el crucificado sobre sus hombros y a mano alzada hasta el templo en el que ha sido entronizado, mientras entonaban la canción "El novio de la muerte".
En la plaza Fray Alonso de Santo Tomás aguardaban, entre otras autoridades, el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa; el subdelegado del Gobierno en Málaga, Jorge Hernández Mollar; y el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre.
La imagen del Cristo de la Buena Muerte fue tallada por Francisco Palma Burgos en 1942 y restaurada en 2001, y sustituye a la anterior, que se perdió en 1931 y correspondía al imaginero Pedro de Mena.
La Congregación se fundó en 1915 tras la fusión de la Cofradía del Cristo de la Buena Muerte, que fue creada en el siglo XIX y de la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, de la que se tienen referencias de 1579. La Legión se vinculó definitivamente a la Congregación del Cristo de Mena en 1921, que fue reconocido como su protector por las autoridades militares siete años después.