Izquierda Unida, en su "Programa para las Elecciones Europeas 2014", además de emplear el discurso habitual de "hay que romper con la troika y con la arquitectura europea del proyecto liberal", afirma que la Unión Europea debe tener una "acción persistente" contra el "anticomunismo", amén de contra el racismo, la xenofobia, el ultranacionalismo, el chauvinismo, el fascismo, la homofobia o "cualquier otra forma de discriminación".
Aunque el programa es propio de un partido marginal de la extrema izquierda, según las encuestas Izquierda Unida está disparada en intención de voto, cada vez más cerca del PSOE.
Así lo pide en un apartado titulado "Por una Europa laica", en el que también pide una "declaración formal y expresa de la laicidad en todos los países de la UE", la "supresión de la financiación religiosa", la retirada de los símbolos religiosos en todos los edificios públicos "o privados en el ejercicio de prestación de servicios públicos", o el "reconocimiento del derecho a una muerte digna".
En el apartado siguiente, llamado "Por una Europa libre de fascismos. Memoria democrática", pide equiparar el franquismo con los regímenes de extrema derecha que "se desarrollaron en Europa y que fueron derrotados tras la II GM" y la elaboración de un "Convenio Europeo de Memoria Democrática".
En un apartado llamado "Democracia real" -expresión tomada del movimiento 15-M-, IU señala que la única "salida aceptable" en la UE pasa por "una ruptura de la Europa del Euro". Para ello, proponen construir un "Bloque Social y Político" para debatir y "articular respuestas", así como una "Asamblea Constituyente Europea", elegida por sufragio universal, que determine una "arquitectura democrática" de las instituciones europeas.
El "bloqueo criminal" sobre Cuba
Por supuesto, esa crítica que IU destila contra el "neoliberalismo" es inexistente hacia regímenes comunistas como el de Cuba. Así, en el apartado "Solidaridad y cooperación. Bases para un internacionalismo de izquierda", IU condena "el bloqueo criminal" de EEUU sobre Cuba, pero no la dictadura castrista.
Además, denuncia "los ataques de la derecha europea y norteamericana contra los procesos revolucionarios" en América Latina y Caribe; en el caso de Colombia, apoyan las "Conversaciones de Paz entre las FARC-EP y el gobierno colombiano" -pese a señalar que el Gobierno de Santos "es la continuación del de Uribe"-. Finalmente, exigen que "el pueblo palestino" cuente con un Estado reconocido con capital en Jerusalén y dentro de las fronteras de 1967.