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Cosidó destituye al jefe de la UIP de Madrid por los "fallos" del 22-M

La Policía dice que en los disturbios participaron miembros de Ernai, sucesora de las juventudes de Batasuna.

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El audio empezará a sonar cuando acabe el anuncio

Los graves "fallos de coordinación y comunicación" que se produjeron en el dispositivo policial de las marchas del 22-M, que concluyeron con 67 agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) heridos, tendrán consecuencias internas, tal y como han exigido en las últimas semanas los agentes de la unidad y los sindicatos policiales.

Así lo anunció este miércoles el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, durante su comparecencia en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados, en la que expuso las conclusiones de las investigaciones internas llevadas a cabo por la Dirección Adjunta Operativa de la institución.

Según avanzó, este mismo miércoles se le notificará su destitución al Jefe de la Primera UIP de Madrid, Francisco Javier Virseda, quien dirigió el operativo policial del mencionado día a pie de calle, para que los agentes de la unidad "puedan recuperar la confianza en sus mandos". Una mando que afrontaba su primera manifestación en el cargo, tras la salida del anterior jefe de la UIP de Madrid, Javier Nogueroles, a la ciudad autónoma de Ceuta tras su ascenso a comisario.

La responsabilidad no llega hasta otro de los mandos cuya cabeza habían exigido los agentes de la unidad, la del Jefe de las Unidades de Intervención Policial (UIP) a nivel nacional, José Miguel Ruiz Igurquiza, que estuvo durante el operativo al lado del destituido Virseda. Tampoco hasta el Comisario General de Seguridad Ciudadana, Florentino Villabona, que también había estado en el punto de mira durante el último mes.

Fallos, condecoraciones y nuevo material

El director de la Policía dijo que los únicos "fallos" que hubo en el operativo fueron de "coordinación y comunicación", ya que el despliegue era correcto (1512 agentes de la UIP y 167 de la UPR) , y la información facilitada por la Brigada de Información, sobre el número de radicales que iban a asistir a las marchas del 22-M, también era correcta.

Entre los fallos que se dieron mencionó el silencio que se produjo cuando el grupo Puma 70 quedó atrapado en el Paseo de Recoletos de Madrid mientras era salvajemente agredido por cerca de un millar de radicales de extrema izquierda. "Hubo dilación en el apoyo a ese grupo", explicó Ignacio Cosidó. También señaló como otro de los errores que no se avisase a los agentes de Recoletos de la llegada de un camión de Bomberos a la zona que había sido solicitado por la propia Policía, lo que propició que los antisistema utilizasen su llegada para romper el cordón de seguridad que habían realizado los agentes de la UIP.

Anunció asimismo que los agentes que fueron heridos en los incidentes del 22M serán condecorados y también insistió en que en próximas fechas se comenzará a dotar a la Unidad de Intervención Policial de nuevo material.

Exactamente, la Dirección General de la Policía comprará 800 cascos con pantalla antivaho, 300 nuevos escudos mucho más resistentes, 350 chalecos antitrauma y 800 pares de espinilleras, con el objetivo de subsanar la situación actual, que hace que los agentes salgan a la calle con material no adecuado.

Las juventudes de Sortu y la OSCE

Sobre los disturbios ocasionados tras las Marchas por la Dignidad, Ignacio Cosidó aseguró que los altercados estuvieron preparados de antemano y que los grupos radicales estaban coordinados y pactaron comenzar los disturbios cuando terminase de hablar el último orador del acto, utilizando para ellos las redes sociales.

En este sentido, explicó que los radicales llevaban consigo manuales con técnicas de guerrilla urbana, en los que se explicaba, por ejemplo, cómo formar barricadas para enfrentarse a la Policía, técnicas para utilizar tirachinas de forma lesiva o cómo bloquear los vehículos de la UIP pinchando las ruedas.

Entre los grupos que se juntaron el 22M, el director de la Policía señaló a Ernai, las juventudes de Sortu (sucesora de Batasuna ETA), Jeska (juventudes de Izquierda Castellana), Jaleo, Bukaneros (grupo ultra de aficionados del Rayo Vallecano) o las juventudes del SAT (Sindicato Andaluz de Trabajadores).

El director de la Policía, a preguntas de los portavoces de los grupos de la oposición, destacó que en el Cuerpo Nacional de Policía "no hay temor", "no hay nada de ocultar" por la presencia ese día de observadores de la OSCE en la capital de España. "No hubo ningún tipo de modificación del desliegue policial por la presencia de los observadores de la OSCE", dijo.

Explicó que la presencia de estos observadores internacionales en la concentración se debía a que están realizando un informe sobre el derecho a manifestación y otros derechos en los países que integran el organismo europeo, que antes de que llegasen a España ya había estado en otros cuatro o cinco países y que en total visitarán más de un docena de países. Según dijo, este informe saldrá a la luz a partir del próximo mes de septiembre.

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