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El juez Silva será perseguido 24 horas por los monjes del Monasterio del Cobro

El magistrado tiene pendiente una deuda con un carpintero que le elaboró la estantería ante la que aparece posando en varias fotografías.

El magistrado tiene pendiente una deuda con un carpintero que le elaboró la estantería ante la que aparece posando en varias fotografías.
Elpidio Silva. | Archivo

El juez Elpidio José Silva será perseguido desde este lunes la 24 horas por los monjes del Monasterio del Cobro por una deuda de 4.461 euros que tiene pendiente de pagar al carpintero que le elaboró la estantería ante la que aparece posando en varias fotografías.

El responsable de cobros del Monasterio del Cobro, Juan José de Diego, ha explicado a Europa Press que el ebanista contrató el "Plan 24 horas" para que tres monjes cobradores persigan al juez Silva con el fin de llegar a un acuerdo de negociación.

La empresa explica que recibió el encargo del carpintero hace una semana, y que remitió un escrito a propio magistrado en el que se mostraba dispuesta a pagar los 300 euros que el partido que preside, el Movimiento Red, pide por cenar con él para intentar negociar un "acuerdo de pago". Sin embargo, hasta el día de hoy, no ha recibido respuesta de Silva.

El Monasterio del Cobro tiene documentación que acredita que Silva contrató con el carpintero una estantería por valor de 6.461,40 euros. Pagó 2.000 euros por adelantado, pero no ha aportado el resto del dinero. Al margen de su faceta pública, la compañía trabaja en el caso "como si fuera un moroso más" tras la petición de un cliente.

Esta no es la primera vez que se le acusa a Silva de impago, Silva fue denunciado por no pagar el alquiler de su casa y no acudió al juicio contra él. Fue condenado en rebeldía en 2009 a pagar los 7.115 euros que debía a la propiedad del piso, cantidad que luego consignó.

Se defiende

Silva ha defendido este lunes en la página web del diario El Mundo que paga sus deudas y lo ha hecho "siempre". "Cuando no he pagado una deuda es porque he considerado que en realidad no era deudor o porque el servicio estaba pésimamente prestado, o porque la cosa objeto de contrato constituía un fraude", ha dicho.

"Si alguien presta pésimamente un servicio o provisiona con una cosa fraudulenta, lo que se impone es la indemnización de daños y perjuicios al perjudicado y no el reclamo del pago", ha indicado, para concluir: "No debo nada a nadie ni así se ha declarado judicialmente en ningún momento recientemente".

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