Menú

El Gobierno negocia con Rubalcaba para forzar la salida de Magdalena Álvarez

Ambas partes quieren que la exministra abandone "voluntariamente" su puesto en el BEI. Por ello, Guindos se resiste a pedir la dimisión.

Ambas partes quieren que la exministra abandone "voluntariamente" su puesto en el BEI. Por ello, Guindos se resiste a pedir la dimisión.

El Gobierno no ha reclamado formalmente la dimisión de Magdalena Álvarez, pero trabaja para que acabe cediendo y abandone el Banco Europeo de Inversión (BEI). Lo que se busca es que la exministra abandone "voluntariamente" su puesto de vicepresidenta, tras haber confirmado la Audiencia de Sevilla su imputación en el caso de los ERE.

En esto, el Gobierno parece tener como colaborador a Alfredo Pérez Rubalcaba. El líder socialista ha hablado del asunto con Luis de Guindos, el ministro clave en todo lo que respecta al BEI, y ambos habrían llegado a la misma opinión: la situación es insostenible pero es Álvarez la que tiene que dar el paso. Por eso, se llama una y otra vez a su "responsabilidad" pero -salvo Carlos Floriano, y sin vehemencia alguna- no se le pide claramente que se marche.

El asunto ocupó parte de la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Se le preguntó a Soraya Sáenz de Santamaría pero fue Guindos quién tomó la palabra. Y lo hizo para recordar que el puesto que Álvarez tiene en el BEI representa no sólo a España sino también a Portugal -por consenso, la silla la ocupa seis años un español y cinco años un portugués-.

Lo que hacía Guindos con esta advertencia era meter más presión a Álvarez, según las fuentes consultadas. Y es que al Ejecutivo de Portugal tampoco gusta nada la situación judicial de la exministra; como tampoco se entiende dentro "del propio BEI", en voz de un ministro.

En caso de que Álvarez no quisiera irse de forma voluntaria, como le instan tanto Guindos como Rubalcaba, el Gobierno podría forzar su salida con la convocatoria de una reunión del consejo de administración que incluyera esta cuestión en el orden del día. Extremo que fuentes gubernamentales rechazan de momento.

El caso de Álvarez fue abordado en su día directamente por Mariano Rajoy y el líder de la oposición. Ambos acordaron que si había imputación se tendría que marchar, pero prefieren que sea ella quien se vaya y que no sufra la "humillación" de que la echen. De momento, la exministra de Zapatero se aferra al puesto.

Temas

En España

    0
    comentarios