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El hijo de un donante: "Nos contaron una sarta de mentiras, es una indecencia"

Una familia ha contado el drama que está viviendo para saber el paradero del cuerpo de su padre, donado a la Universidad Complutense.

Luis Herrero entrevista a Juan Francisco Juanes

El audio empezará a sonar cuando acabe el anuncio

Una familia ha contado el drama que está viviendo para saber el paradero del cuerpo de su padre, donado a la Universidad Complutense.

El escándalo destapado en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense con decenas de cadáveres apilados en un sótano ha alarmado sobremanera a las numerosas familias que han donado los cuerpos de sus seres queridos a la ciencia, en este caso a la UCM. Uno de ellos es Juan Francisco Juanes, que ha contado su drama en el programa En Casa de Herrero de esRadio. Se trata del hijo de una persona cuyo cuerpo fue donado a la facultad para el avance de la ciencia, como era su voluntad.

De este modo, Juan Francisco confirmaba que el cuerpo de su padre no lo recogió un coche funerario, sino una ambulancia porque les dijeron que "era más barato". Además, relató que tras conocer el escándalo "me inflé a llamar pero no me cogían el teléfono". Por ello, probó a telefonear al departamento de Anatomía I preguntando por el paradero del cuerpo de su padre. Y la respuesta que le dieron fue: "Siento decirle que desgraciadamente su padre no está en Anatomía I". Sin embargo, tras numerosas llamadas a Anatomía II, alguien le cogió el teléfono aunque le dijo que no trabajaba en él.

Este interlocutor le indicó que "debería ponerse en lo peor debido al descontrol, hacinamiento y falta de profesionalidad y abandono, ya que no los tenían (los cuerpos) ni clasificados ni identificados". Además, en la conversación telefónica le dijeron a Juan Francisco que "la falta de respeto con los cuerpos era total y absoluta".

Por ello, Juan Francisco afirmó que hablado con su familia para presentar una denuncia ya que lo que ha ocurrido "es una inmoralidad tan brutal que es una profanación". "Es la indecencia absoluta de esta sociedad en la que vivimos".

Según denuncia Juan Francisco en los micrófonos de esRadio, desde un principio le dijeron "una sarta de mentiras". Al donar el cuerpo le aseguraron que los cadáveres no se trocean, que son tratados con respeto y que se podían recuperar cuando quisieran para enterrarlos o incinerarlos.

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