Este domingo, los 56 vecinos de Castrillo Matajudíos acuden a las urnas, pero no solo para los comicios europeos. Además, votarán si quieren cambiar el nombre del municipio burgalés, poniendo punto y seguido a un proceso que comenzó en 2007. "Llevamos años haciendo estudios, escuchando a la gente, y hemos comprobado que el nombre actual no es el originario del pueblo, sino que obedece a una evolución posterior, ya que se cambió en 1623" ha dicho su alcalde, Lorenzo Rodríguez, a Reuters.
La fundación del enclave data de 1035, con Sancho III, Rey de Castilla, y es a la muerte de este monarca cuando el alfoz de Castrojeriz se levanta en armas y los judíos sufren muerte y destierro. Todos se instalaron en una mota a 2,5 kilómetros de Castrojeriz, fundando una comunidad judía y naciendo así el pueblo de Castrillo. "Ellos se quedaron como conversos, dentro de una comunidad muy importante", señala el alcalde actual, y después, el nombre "lo cambiaron para no tener que seguir justificándose con la Inquisición".
"Hemos comprobado que era Castrillo Mota de Judíos", subraya Rodríguez, quien añade que "la expresión 'Matajudíos' no se corresponde con la sensibilidad e idiosincrasia del pueblo en la actualidad".