El expresidente de la Generalidad, Jordi Pujol, afirmó en un artículo publicado en La Vanguardia que "hace años", la monarquía jugó un papel "muy importante y esperanzador" en la "cuestión catalana", pero que en las últimas fechas el Rey no jugó un papel "que podía ser positivo".
Pujol recuerda cómo en 1988 Juan Carlos I presidió el acto inaugural de la conmemoración "del milenario del nacimiento político" de Cataluña, evento abierto con un discurso del presidente de la Generalidad. Añade que, entonces, la monarquía jugó un papel muy importante, "y muy especialmente la figura del Rey", "en lo que se denominaba el encaje" de Cataluña y España.
Continúa el histórico líder de CiU preguntándose "por qué ahora el clima político, el espíritu de convivencia y el funcionamiento de las instituciones españolas" ha cambiado tanto en general, y "en negativo". Prosigue diciendo que "la abdicación del Rey se produce dentro de esta situación de deterioro general", en la que jugaría un papel muy importante "la cuestión catalana".
Jordi Pujol vuelve a señalar que "hubo un tiempo en que la monarquía y la figura del Rey jugaban un papel que parecía que podía ser positivo", pero introduce un pero: "Ahora ya no era así. Ya no es así". Por ello, considera el expresidente que en este "clima negativo" se puede hablar de desafección, malestar muy profundo, y de "reivindicación de independencia", "enérgica y arraigada".
En su opinión, la abdicación comporta dos aspectos respecto a Cataluña: "Primero, recordar que efectivamente en algún momento, hace años, pareció que la monarquía, y el Rey, podrían ayudar a un bueno y definitivo encaje de Cataluña en España. Y segundo, constatar que ahora ya no es así".