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Rajoy rechaza "en este momento" la reforma constitucional de Pedro Sánchez

El presidente no compareció pero rechazó, "de momento", la reforma. Sánchez se fía de Mas y su promesa de no hacer nada fuera de la ley.

El presidente no compareció pero rechazó, "de momento", la reforma. Sánchez se fía de Mas y su promesa de no hacer nada fuera de la ley.
Sánchez y Rajoy durante la reunión | Moncloa

Portazo, pero "en este momento". Es el resumen del primer encuentro -de 3 horas- entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy sobre la reforma constitucional de corte federal que proponen los socialistas. Tras un despacho "cordial, positivo y esperanzador" en las formas, en el fondo de la cuestión, Rajoy "ha escuchado atentamente" las razones de Sánchez para cambiar "la arquitectura institucional de España", pero le ha advertido de que "en este momento no se dan las condiciones políticas para concitar el mismo consenso que el de la Constitución de 1978".

En su primera rueda de prensa en el Palacio de La Moncloa, de la que dijo "ha sido muy raro", Sánchez no quiso desvelar en ningún momento la respuesta que le dio el presidente del Gobierno, por lealtad institucional, pero sí dijo que "me voy con la misma sensación que con la que llegué", y negó que vaya a haber "un frente común" entre Gobierno y oposición para impedir una consulta en la que sí están de acuerdo en que "no se puede celebrar". Se mostró "convencido" Sánchez de que no se celebrará; uno de los pocos puntos de encuentro entre Rajoy y Sánchez, junto con la realidad de que "la soberanía nacional reside en todo el pueblo español".

Del lado gubernamental, el presidente, a corto plazo, cierra la puerta de la reforma constitucional. Fuentes consultadas en el seno del gabinete matizan que no es un portazo definitivo: "lo importante ahora es mandar el mensaje a Artur Mas de que somos una piña contra la consulta", sostienen. Si bien, algunas voces en el Ejecutivo no se cansan en recalcar que "llegado el momento" tal vez haya que abrir el melón constitucional.

De momento, las dudas del propio presidente y la oposición frontal de buena parte de los presidentes autonómicos del PP -desde María Dolores de Cospedal a Luisa Fernanda Rudi, por poner un ejemplo- se imponen. De hecho, el comunicado del presidente -finalmente no compareció en rueda de prensa- es bastante más claro que en otras ocasiones.

Aunque el recién nombrado líder del PSOE ha reconocido que ha habido "más diferencias que coincidencias", ha insistido en que la reforma de la Constitución española es "la única solución posible al conflicto territorial" que considera tiene una "necesidad urgente para el resto del país".

Preguntado por la prensa sobre la posibilidad de aplicar el artículo 155 de la Constitución, Sánchez ha dicho que "no tenemos que llegar a esos términos" porque, en su opinión, "parece que eso no se va a producir". Como ya hiciera el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y casi con la misma expresión, Sánchez confió en que "Mas siempre ha dicho que va a actuar conforme a la legalidad y yo espero que lo haga". Y ha insistido en que así se lo trasladará en "una conversación que espero mantener con él la semana que viene. Es tiempo no de levantar muros sino de tender puentes".

Vehemencia con la elección de los alcaldes

El socialista ha dicho que le ha prometido una "oposición con diálogo leal" aunque ha comenzado rechazando la reforma del PP para la elección directa de los alcaldes porque "no se pueden cambiar las reglas del juego cinco minutos antes de que acabe el partido". Un punto en el que Rajoy no ha dado visos de cambiar su voluntad de que "va a salir adelante", extremo en el que se mostró especialmente vehemente este lunes en la reunión del Comité Ejecutivo del PP.

Pero el secretario general del PSOE ha asegurado que a esta cuestión dice "no ahora y en el futuro" y ha desmentido que sea uno de los puntos de su programa electoral. Tampoco parece que haya habido acercamiento en torno a la propuesta de Sánchez de implantar una prestación mensual para parados con hijos a cargo y que hayan agotado ya el subsidio de paro. El presidente, según dijo, "no me ha dicho ni que sí ni que no".

La "buena impresión" de Moncloa

En todo caso, la primera toma de contacto ha sido buena, según fuentes gubernamentales. En Moncloa ha quedado la sensación de que la comunicación con Sánchez será fluida y que, al menos con respecto a la amenaza de secesión, el PSOE seguirá envuelto en la bandera constitucional. Dicho lo cual, y a pesar de esa "buena" impresión que se transmite al más alto nivel, se constataron las diferencias en la reforma constitucional del PSOE.

No habrá rifirrafe político en materia antiterrorista o Defensa. Resta por saber si Sánchez mantiene el pacto en las cuestiones relativas a la política exterior. En el Gobierno esperan que sí, pero no ponen la mano en el fuego. En todo caso, Rajoy se comprometió a "mantener informado puntualmente al líder de la oposición sobre estos asuntos". A finales de agosto, el jefe del Ejecutivo vuelve a Bruselas para tratar de atar los nombramientos de Luis de Guindos como jefe del Eurogrupo y Miguel Arias Cañete en calidad de comisario comunitario.

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