El presidente de la Generalidad, Artur Mas, ha dejado claro que una oficina como la del expresident Pujol no se cierra en 24 horas. El alcalde convergente de Barcelona, Xavier Trias, ya le ha reclamado, sin embargo, la devolución de la medalla de la ciudad. Nada se sabe, en cambio, del futuro de la Beca Jordi Pujol, dotada con doce mil euros y destinada a historiadores, politólogos, economistas o teólogos que pretendan estudiar el legado y la herencia del segundo presidente de la Generalidad restaurada, el hombre que rigió los destinos de Cataluña durante 23 años.
La información sobre la citada beca se encuentra en la página digital del Centre d'Estudis Jordi Pujol, una entidad sufragada también por la Generalidad e incluso con aportaciones privadas (¿quién le iba a negar una ayuda a tan desinteresado prohombre a la par que afamado erudito?) y personal fijo. Dado a un cierto culto a la personalidad, la información sobre su beca y sus grandes aportaciones a la moralidad pública se encuentran en una web que lleva por nombre jordipujol.cat y en cuya versión en castellano se encuentra detalles tan pintorescos como los "editoriales" de Pujol, sus opiniones sobre Oriente Medio, sus consideraciones sobre el mundo, la religión en general y la espiritualidad en particular.
La dotación de la beca es de doce mil euros y el jurado responsable de su concesión está formado por Joan B. Culla en calidad de presidente del jurado y coordinador de la beca. Culla, además de historiador, es un fijo en las tertulias políticas de TV3. Miquel Calsina, director y gerente del Centre d'Estudis Jordi Pujol es el secretario de un jurado compuesto por tres historiadores más.
En la última edición, el ganador, según se puede leer en la web jordipujol.cat, ha sido Joan Esculies, que pretende analizar la relación entre dos "gigantes" de la Transición, Tarradellas y Jordi Pujol. Aquí se explica el proyecto.