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Caso ERE: del consejero que trabaja desde que nació al dinero "pa'asar una vaca"

Alaya ha elevado al Supremo el caso de los ERE. Atrás quedan episodios reveladores del grado de corrupción que supone el escándalo.

Casi cuatro años después, la instrucción del caso de los ERE está en el Supremo. Mercedes Alaya ha elevado el escándalo al Alto Tribunal por la presencia de una decena de aforados, entre los que destacan Manuel Chaves y José Antonio Griñán. El escándalo, que saltó a raíz de las investigaciones en Mercasevilla, nació por la inclusión de intrusos en distintos EREs, pagados con dinero de la Junta. Sus ramificaciones, con decenas de imputaciones e informes policiales y judiciales han dejado multitud de noticias y declaraciones sorprendentes que dejan claro la magnitud de un escándalo que sacude a todo el PSOE de Andalucía y también a los sindicatos. Estos son algunos ejemplos:

El consejero que trabajaba desde que nació: el exconsejero de Empleo Antonio Fernández, otro de los imputados, figuraba en el ERE de la empresa de González Byass, que aprobó él mismo. Aparecía como trabajador en excedencia, pero lo más curioso, sin duda, era la fecha en que comenzó a trabajar en la empresa: el 16 de julio de 1956, la misma fecha de su nacimiento. Él siempre ha dicho que trabajó en la empresa hasta principios de los 80 y que no ha habido irregularidad alguna.

Lo primero, la familia: entre los intrusos y los beneficiados por las ayudas empresariales empezaron a aparecer personas próximas al PSOE, afiliados y, directamente, parientes de quienes firmaban los decretos. Eso ocurrió con otro ex consejero de Empleo, José Ignacio Viera, que otorgó ayudas por valor de más de 32 millones de euros a un conglomerado de empresas en el que trabajaba su hija Sonia. Durante los catorce meses que ella estuvo trabajando en una de las empresas del grupo, se firmaron 20 de los 24 convenios que formalizaban las ayudas, según un atestado de la Guardia Civil.

La cocaína de Guerrero: el chófer de la persona clave para que se destapara el escándalo, el ex director general de Trabajo y Seguridad Social Javier Guerrero, declaró que gastaban 25.000 euros al mes en cocaína de dinero público, supuestamente destinado a las ayudas. El chófer también habló de sobres y regalos. Guerrero, por su parte, bautizó involuntariamente el caso al reconocer ante la Policía que las ayudas al empleo eran en realidad un fondo de reptiles.

Dinero "pa'asar una vaca": ésta quizás sea la frase que mejor resuma el escándalo, de principio a fin. Su autora es la madre del considerado conseguidor de los ERE, el sindicalista Juan Lanzas y uno de los principales implicados en el caso. La dijo cuando la Policía registraba una de sus propiedades en busca de posible dinero negro que finalmente encontró con ayuda de un perro. Sus padres admitieron el trasiego de billetes de su hijo y también que tenía una cámara llena de jamones de pata negra.

Las acusaciones contra Alaya: al tiempo que progresaba la instrucción y aumentaba el número de imputados, crecía también el nerviosismo en el PSOE. Las insinuaciones y acusaciones contra la juez instructora no cesaron entre los cargos políticos del partido, con presiones constantes. Quizás la más llamativa fue la de Alfonso Guerra en 2011, que trató de vincularla con el popular José Ignacio Zoido. "Alguna relación fuerte tuvieron", dijo.

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