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El alcalde de Barcelona desaparece en plena crisis del turismo de borrachera

Pasa unos días de vacaciones mientras sus concejales son incapaces de atajar la proliferación de apartamentos ilegales e incidentes con los turistas.

Pasa unos días de vacaciones mientras sus concejales son incapaces de atajar la proliferación de apartamentos ilegales e incidentes con los turistas.
Vecinos del barrio protestan por el turismo de borrachera | EFE

El Ayuntamiento de Barcelona está fuera de control. Con el alcalde Xavier Trias (CiU) de vacaciones, nadie es capaz de dar respuestas convincentes a los vecinos del popular barrio de La Barceloneta, que sufren la proliferación de apartamentos turísticos ilegales y de unos visitantes que han tomado las calles y muchos inmuebles de la zona como una extensión de la playa de la playa y un macrobotellón en sesión contínua.

Los vecinos resaltan dos cosas: que la convivencia con el turismo de borrachera es imposible y que quieren hablar con el alcalde. El modelo de negocio turístico de Barcelona impuesto por CiU prioriza el número de visitantes por encima de cualquier otra consideración y ha fomentado la proliferación de aparamentos turísticos ilegales, alquilados por días o semanas a jóvenes extranjeros que se caracterizan por deambular semidesnudos y, generalmente, en avanzado estado de ebriedad.

Estos son algunos de los aspectos que los vecinos de La Barceloneta quisieran comentar directamente con el alcalde, que a comienzos de verano sí tuvo a bien recibir a los "okupas" de Can Vies tras varias noches de disturbios por media ciudad. Sin embargo, el alcalde no está. Está en la localidad menorquina de Fornells, donde acostumbra a pasar unos días de asueto junto a visitantes tan ilustres como Artur Mas o antaño Félix Millet, el protagonista del caso Palau, que celebraba cenas con el alcalde.

Otros años, Trias acostumbraba a presidir por estas fechas la entrega de premios a las calles decoradas por los vecinos del distrito de Sants, donde está el símbolo "okupa" de Can Vies. Este año, dicha entrega que se celebra este lunes, no contará con la presencia del alcalde. Su regreso a Barcelona se producirá en breve, pero en fecha aún por determinar.

Dejó órdenes muy concretas, eso sí, para acabar cuanto antes con determinadas obras de pavimentación que podrían afectar el desarrollo de la manifestación del 11 de septiembre.

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