Nada altera los planes del presidente de la Generalidad, Artur Mas, que ha inaugurado la que pretende última Diada bajo soberanía española con una ofrenda floral en el "santuario" de las fuerzas independentistas más radicales, en el "Fossar de les Moreres". Una hora más tarde, a las nueve de la noche, TV3 emitía el mensaje institucional grabado horas antes por Mas. Nada nuevo. Amenazas veladas y el "firme compromiso" de convocar la consulta. En un tono admonitorio, afirmó: "Aún estamos a tiempo de escuchar el clamor pacífico y democrático de este pueblo. Silenciar la voz de un pueblo que quiere hablar es un error; negar el voto a quien ve en las urnas la solución y no el problema es un doble error".
En un tono más lírico, el líder nacionalista dijo: "El pueblo catalán no quiere imponer una decisión, sino que quiere ser escuchado, quiere hablar, quiere votar y quiere llegar a buenos acuerdos para todos". En esa misma línea, glosó las teóricas aspiraciones del dicho pueblo y dijo que lo que le mueve es "tener un futuro mejor" en "concordia y solidaridad con los pueblos de España y de Europa".
El presidente de la Generalidad se hizo grabar el discurso en el Salón San Jorge del Palacio de la Generalidad, espacio del que llegó a decir que tiene "una significación especial". Según él, en ese recinto se reunieron "las últimas cortes catalanes" convocadas por el archiduque Carlos, en 1706, "consideradas -en palabras del dirigente de Convergència- el nacimiento del primer parlamentarismo en Europa".
Mas insistió otra vez en que el proceso separatista es cosa de las masas catalanas, a las que arengó a asistir este 11-S a la manifestación convocada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC): "Una parte significativa del pueblo catalán volverá a demostrar al mundo la vía catalana de entender la democracia y la libertad".
En un plano vagamente político, Mas aseguró que "la mayoría social y el consenso político vertebran el proceso catalán" y que su voluntad "no es que se agriete, sino que se pueda ampliar". Era una alusión a las tensiones surgidas con su socio Junqueras, que el marte instó a la desobediencia civil en caso de que el Tribunal Constitucional tumbe el referéndum del 9 de noviembre. La ampliación alude al PSC, cuyo nuevo primer secretario, Miquel Iceta, se ha mostrado más cercano al bloque separatista que al de los partidos no nacionalistas. Sin embargo, pasó por alto el caso Pujol y otros asuntos de actualidad, como la posibilidad de que él mismo tenga que comparecer en el parlamento autonómico para explicar sus actividades cuando era el "consejero jefe" de Pujol, años en los que la familia de su "padre político" acumuló una importante fortuna que según la Udef sería el fruto de comisiones y chantajes.
Según el entorno de Mas, la ausencia de referencias a la política se ha debido a que el president quería subrayar la foto de la primera vez que un presidente de la Generalidad acude al "Fossar de les Moreres", que es el recinto donde la ultraizquierda independentista homenajea a ETA y quema banderas españolas, generalmente ante la pasividad de los Mossos d'Esquadra.