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Pablo Iglesias, el "cazador de fachas", va a por Aguirre en 'ABC'

Ana Botella consigue desplazar de las portadas a Cataluña en vísperas de la Diada y el día en que Junqueras llama a la rebelión. Eso tiene mérito.

El Mundo dice que "Botella anuncia que no será candidata ante la falta de apoyos". Eso por decirlo suavemente. "En su decisión ha pesado la presión de su familia pero, sobre todo, el no sentirse respaldada por Rajoy". El editorial, cruel, dice que "la retirada de Botella es una decisión acertada que coloca al PP ante el reto de designar al mejor candidato". "El PP se juega mucho en la batalla de Madrid y Ana Botella no era, en ningún caso, una buena aspirante para lograr el éxito", aunque admite que ha "padecido por ser la esposa" de Aznar, un sambenito en este país. Pero "tampoco ha sabido conectar con los madrileños". "El PP no puede arriesgarse a perder Madrid", dice aprensivo. "Su reto y su obligación es presentar el cartel preferido por los madrileños". Vale, ¿y ese cuál es?

A Federico Jiménez Losantos las reacciones a la renuncia de Botella le traen malos recuerdos de los atentados de Madrid, "con el cerco a las sedes del PP por parte de la izquierda azuzada por el Imperio Prisa, los medios nacionalistas y muchos periodistas de izquierdas que son antes de izquierdas que periodistas". "La herida" de aquellos días "podría haberse curado si se hubiera juzgado de verdad el 11-M, causa ética de la que tantos periodistas, el PSOE y el PP de Rajoy desertaron. Todo esto me lo ha traído a la memoria el linchamiento de Aguirre y la dimisión de Ana Botella ayer, despedida por El País con el titular, más tarde rectificado: "Siete muertes y una dimisión". "La herida en el costado derecho de la Nación sigue abierta. Caín sí puede".

Lucía Méndez dice que a la pobre Ana le ha pasado de todo. "Cuando se sentó en el despacho descubrió que estaba sola", "ir a la compra en coche oficial y escoltas es un obstáculo para comprender ciertas cosas imprescindibles", la primera, que queda raro ir a la compra en coche oficial y con escoltas. La gente te mira. Luego "los graves errores cometidos en la gestión de la tragedia del Madrid Arena fueron la primera manifestación de abandono por parte de la Divina Providencia". Pero viendo que no se daba por enterada, la Divina Providencia, que tiene muy mala leche, le mandó unos "últimos mensajes claros y contundentes. A ningún alcalde se le caen las ramas de los árboles y matan a dos personas". En el PP que vieron que ni por esas, "le mandaron mensajes, nada cifrados y escasamente sutiles, que le han enseñado la puerta de salida".

El País prefiere darle un sopapo a Susana Díaz antes que abrir con Ana Botella. "Alaya prepara otra macrocausa por la corrupción en Andalucía". "Ana Botella renuncia a ser candidata ante el rechazo de su partido", titula en una columnita. Vicente G. Olaya dice que "la tragedia del Madrid Arena cambió la suerte política de la regidora", luego "vinieron varias pifias" como lo del relaxing cup, etc, y para colmo, los árboles asesinos. "La gota final fue el muerto en Vallecas". "Un mandato marcado por múltiples reveses", es otro de los titulares. Bruno García Gallo dice que no tenía "ni apoyo ciudadano ni respaldo del PP", pero que "lo fundamental no fue que los madrileños o la opinión pública se revolviesen contra ella, sino el daño que le produjo leer en la prensa cómo desde su partido se la tachaba de torpe e incapaz", que eso jode a cualquiera. Una fría despedida en El País que después de las "Siete muertes y una dimisión" de la versión digital de ayer Ana agradecerá eternamente.

ABC: "Botella se aparta y abre la lucha por Madrid en el PP". "La alcaldesa tira la toalla tras dos años y medio de desgaste y facilita a Rajoy la elección del candidato". Vamos, que ya puede ir engrasando el dedito. En el editorial todo son alabanzas. "Botella ha actuado con generosidad política y dignidad personal. Pocos políticos han sido objeto de campañas de desprestigio tan crueles como las que ella ha sufrido y pocos como ella han sabido mantener tanto la compostura. Botella ha sido consciente de que la estaban tratando en el PP como un problema. Una vez solucionado ese problema, los populares no deben defraudar a sus electores con la candidatura a la alcaldía de Madrid", que tiene que ser... Pues no lo dice. Más aventurado es Luis Ventoso, que además de decir que Botella era "bienintencionada y honesta" pero "ni comunicaba ni tenía ideas", y encima le atacó la "mala racha botánica", deja claro que Esperanza Aguirre para nada. "No es la oferta de futuro", y además "resulta incoherente volver a la primera línea tras decir que dejaba la política y apearse a mitad de carrera, decepcionando a los votantes que la distinguieron con la mayoría absoluta". Ignacio Ruiz-Quintano discrepa totalmente. "Al parecer, únicamente Aguirre aseguraría el triunfo, y por eso tiene en contra a los jueces de la justicia creativa y a los rehaleros mediáticos de Pablo Iglesias, el cazador de fachas". Y a alguno más, señor Quintano, en su mismo periódico.

La Razón corrobora que "Botella se va ante la falta de apoyo de Génova", así que no hay duda. Dice el editorial que es una "mujer inteligente, en nada afecta al populismo" pero "no siempre en política la buena gestión llega a calar en el ánimo de los electores", siempre tan caprichosos. "Botella demuestra su inequívoca lealtad al PP", algo muy valorado en este periódico. Rajoy "ya puede elegir cabeza de lista sin agobios". Dice La Razón que se busca "un nombre de peso y fiel al estilo del presidente del Gobierno, dar el golpe de efecto". ¿Y que sea morena bajita y su nombre empiece por S? "De momento, todo está en el aire o como dicen, en la cabeza del presidente". Pilar Ferrer acusa a Aguirre y a Cospedal. "Las dentelladas últimas eran muy fuertes, sobre todo desde Génova 13, donde las filtraciones contra su gestión, encuestas aireadas y conspiraciones varias situaban a la alcaldesa en una posición cada vez mas difícil" y en el "PP de Madrid criticaban su labor". Uy, Espe, vete despidiéndote, esto huele a Soraya.

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