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Mas toma nota del apoyo del PSC y pasa de Junqueras

El presidente de la Generalidad pierde los nervios con el caso Pujol y afirma que su padre político comparecerá en la cámara autonómica.

El presidente de la Generalidad pierde los nervios con el caso Pujol y afirma que su padre político comparecerá en la cámara autonómica.

CiU ya no necesita el apoyo de ERC para mantenerse al frente de la Generalidad. El nuevo PSC de Miquel Iceta y Pedro Sánchez tiende la mano al presidente autonómico, Artur Mas, frente al que se abre la opción de aferrarse a los socialistas y prolongar su agonía hasta el final de la legislatura, en noviembre de 2016. Si la primera jornada del debate de política general en Cataluña se saldó con la predisposición de Mas de convocar la consulta, aceptar la suspensión del Constitucional y replicar con el anticipo de las autonómicas, en la sesión del martes el debate aportó una nueva opción para Mas, la de agotar la legislatura con la muleta socialista.

Abrió la jornada parlamentaria el líder de ERC, Oriol Junqueras, que se mostró de nuevo dispuesto a entrar en el ejecutivo de Mas para "blindar" la consulta. En una reedición del día de la marmota, el dirigente republicano reiteró el discurso que practica desde hace meses y que consiste en precipitar a Mas hacia el choque de trenes. Hasta ahora, Mas estaba por propia voluntad entre la espada y la pared, pero ahora se ha mostrado vagamente interesado en la oferta socialista, una repetición de lo que le ofreció Sánchez en su reciente visita al Palacio de la Generalidad.

Fiel a su estilo cada vez más serpenteante, Mas aprovechó su turno de réplica a Junqueras para deslizar que "hay otras mayorías posibles en esta cámara", en una nada velada alusión a los socialistas. Miquel Iceta recogió el guante y se mostró dispuesto a acompañar a CiU hasta 2016 si renuncia a llevar a cabo, que no a convocar, la consulta del 9-N. En apariencia, Junqueras se ha ofrecido a CiU. Y en apariencia también, Mas ha prometido una reunión con ERC cuando haya firmado la convocatoria del referéndum. En la práctica, CiU y ERC mantienen la tensión de las últimas semanas y Mas, con la colaboración de Unió, está dispuesto a elevar al cubo cualquier discrepancia para salir del atolladero de la consulta y culpar a ERC de que su maximalismo ha sido la causa de la ruptura de la unidad separatista. En ese contexto, la sociovergencia (el viejo sueño del empresariado catalanista) es una nueva opción para Mas que por primera vez se ha mostrado dispuesto a contemplar.

De nada ha servido que Oriol Junqueras, en un gesto de magnanimidad, no se haya referido en ningún momento de su discurso y réplicas al caso Pujol, el único asunto que ha hecho perder los nervios al presidente autonómico. Ha sido el portavoz de Iniciativa per Catalunya (IC), Joan Herrera, del bloque a favor de la consulta, quien con más extensión se ha referido al asunto hasta la intervención del presidente de Ciudadanos, Albert Rivera. La popular Alicia Sánchez Camacho, por su parte, ha centrado su intervención en el referéndum y el socialista Miquel Iceta tampoco ha incidido demasiado en la cuestión.

Sobre este asunto, Mas ha respondido a las críticas escudándose en la promesa de que Pujol acudirá al parlamento a dar explicaciones, por lo que ha recomendado a los críticos (Rivera y Herrera, puesto que el asunto ha tenido una importancia marginal en el resto de los discursos) que se esperen a la comparecencia del expresident antes de sacar conclusiones precipitadas.

Si el primer día del debate de política general, el equivalente autonómico al Debate sobre el Estado de la Nación del Congreso de los Diputados, fue el que Mas aprovechó para sugerir elecciones anticipadas, el segundo le ha valido para apuntar la otra opción, un gobierno con la muleta socialista que se vería obligado a gestionar la frustración de la masa independentista con el único argumento de que la ruptura de la unidad es culpa de Oriol Junqueras y ERC.

A favor del anticipo, que Mas satisfaría su "honra" con los activistas de la ANC y de Òmnium Cultural. En contra, que CiU, según todas las encuestas, está abocada a una derrota frente a ERC. Este miércoles se dará por concluido el debate y el viernes está prevista la aprobación de la ley de consultas autonómica.

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