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Los misterios del 'pequeño Nicolás'

El caso del joven Nicolás, capaz de engañar a empresarios y personalidades y de colarse hasta en el Palacio Real, sigue sorprendiendo.

El caso del joven Nicolás, capaz de engañar a empresarios y personalidades y de colarse hasta en el Palacio Real, sigue sorprendiendo.
Imagen en la que Nicolás saludó a Felipe VI | Facebook

Francisco Nicolás Gómez Iglesias, el joven de 20 años detenido por fingir ser asesor del Gobierno y por falsificar documentos, sigue despertando asombro según se van conociendo sus hazañas. A las fotos de su Facebook que revelan sus contactos con la cúpula de la CEOE, los empresarios, José María Aznar e incluso la recepción de la proclamación de Felipe VI, se suman nuevos detalles, como su conversación con Juan Carlos I, la casa que okupaba en el lujoso barrio de El Viso de Madrid o su séquito de seguridad.

El pequeño Nicolás, como ya se le conoce, está acusado de falsedad documental, estafa y usurpación de funciones públicas, y aunque la juez le dejó en libertad sin fianza, tiene retirado el pasaporte y debe comunicar los cambios del domicilio. Según trascienden nuevos aspectos de su doble vida, sorprende más cómo nadie le descubrió.

Entre sus hazañas está, cuenta Voz Pópuli, haber utilizado un chalet en el madrileño barrio de El Viso, que puede pertenecer a Rosario Nadal y Kyril de Bulgaria, para sus fiestas. Los vecinos cuentan que contaba con un supuesto jefe de seguridad y que siempre entraba por la puerta de atrás. El Mundo, mientras, habla de fastuosas fiestas en yates y de la opulencia económica de que presumía el joven.

Nicolás habría presumido también de sus contactos con la Casa Real -habría llegado a hablar con Juan Carlos e intentó, supuestamente, que se retirara la imputación de la infanta Cristina y la querella contra los Pujol. El presidente de Manos Limpias, que lo conoció, contó a El Mundo que iba acompañado de exagentes con armas reglamentarias y que tenía acceso a bases de datos policiales y pinchazos telefónicos. El mismo diario cuenta cuál era su estratagema habitual para hacerse con todo tipo de contactos: pedir el móvil a su interlocutor con la excusa de instalarle una aplicación y memorizar los números que le interesaban.

"No pudo llegar ahí solo"

La magnitud del engaño hace casi inverosímil que un joven de 20 años haya conseguido embaucar a tanta gente y sortear todas las medidas de seguridad. En Es la Mañana de Federico, Francisco Pérez Abellán ha comentado que su modus operandi se parece al de otros estafadores, como el conocido como Capitán Timo, que se hacía pasar por capitán de fragata. "Se da cuenta de que con palabras se puede engañar a otros que le pueden dar información", ha explicado el colaborador de esRadio, destacando cómo habría logrado que "verdaderos agentes del CNI le dieran datos".

Pérez Abellán se ha declarado convencido de que "muchas de las cosas que ha hecho no las ha hecho solo". "Ha hecho cosas muy graves, estamos en temas muy peligrosos. Aquí hay una parte oculta, es la punta del iceberg. Este personaje no pudo llegar ahí solo", ha dicho. También ha apuntado que, como dijo la juez, "las propias víctimas ayudaron" al éxito de la estafa, engañadas por su aspecto ostentoso, los coches y los nombres de sus supuestos amigos.

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