La Assemblea Nacional Catalana (ANC) no se atiene sólo a la organización de manifestaciones y recogidas de firmas a favor de la independencia. Sus actividades van mucho más allá del 9-N y bordean, según denuncias de comerciantes, el chantaje y la extorsión. De cara al pasado 11 de septiembre recorrieron los comercios de Barcelona aledaños a la "V" exigiendo el cierre e "invitando" a los propietarios de los establecimientos a pagar una contribución para "lucir" en sus escaparates un cartel de la ANC.
El siguiente paso está siendo la identificación permanente de lo que los "asamblearios" de Carme Forcadell y Artur Mas llaman "comercios amigos". La organización separatista "pretende crear una red de comercios que colaboren en la difusión del mensaje de la ANC para poder ampliar y así llegar a otras tipologías de personas". Entre las opciones de colaboración figura la de "colgar carteles en el exterior del establecimiento o en el interior de los escaparates y colocando un distintivo donde conste que sois un 'Comercio Amigo de la ANC'".
En Les Corts, uno de los distritos acomodados de Barcelona, la "Assemblea" ya cuenta con la adhesión de decenas de comercios que publicita en internet. La campaña se desarrolla en otros barrios, tal como se puede comprobar en los enlaces sugeridos en la anterior página. Los paseos de los militantes de la ANC por las tiendas coinciden con la encuesta que llevan a cabo puerta a puerta y con la "decoración" del mobiliario urbano con lazos y papeles amarillos.
La actitud de algunos militantes de la ANC y el hecho de marcar las tiendas afectas ha causado indignación en algunos propietarios de establecimientos, que se niegan a colaborar con la "Assemblea" pero temen que se concreten las amenazas de boicot si no se avienen a pagar lo que llaman "impuesto revolucionario" y colgar el cartel separatista.
Como se puede comprobar en la página donde la ANC recoge el listado de tiendas con el "certificado" amarillo, la "idea" es "preservar el tejido de comerciantes de nuestro barrio" y "queremos que nuestros vecinos los tengan presentes". Para muchos propietarios de establecimientos la insinuación apenas velada es de categoría mafiosa.