El frente separatista no cede y está dispuesto a celebrar un referéndum el próximo domingo. A cinco días para la fecha, la Generalidad anuncia su intención de desobedecer al Tribunal Constitucional (TC). El 9-N, disfrazado de "proceso participativo", "se mantiene con todas sus consecuencias y a todos los efectos", declaraba solemnemente el consejero portavoz de la Generalidad, Francesc Homs, al poco de recibir la providencia del TC.
Homs anunció también que el presidente de la Generalidad, Artur Mas, convoca de urgencia al "Pacte Nacional pel Dret a Decidir" para determinar los próximos pasos. El dicho "Pacte" está compuesto por toda clase de partidos, asociaciones y entidades separatistas, así como por los sindicatos y hasta el F.C. Barcelona. La reunión con esta agrupación, que preside el dirigente de Unió Joan Rigol, será clave para sondear la predisposición de la "sociedad civil" a implicarse en el 9-N y establecer la coordinación entre la logística institucional y la colaboración "ciudadana".
El 9-N se mantiene, pero a estas alturas aún está por determinar qué grado de participación tienen cada uno de los actores. Homs no quiso aclarar cómo podrá sortear la Generalidad la tajante resolución del TC ni si el testigo del 9-N pasa de la administración a las entidades "cívicas", en concreto la Assemblea Nacional Catalana (ANC). ERC y las CUP presionan a su socio Mas para que no ceda ni se refugie en una celebración "espontánea" del 9-N con el "president" parapetado tras los ciudadanos independentistas.
De las palabras de Homs se desprende que el compromiso de Mas con el 9-N es firme y que lo asume "con todas las consecuencias". De ese modo, la Generalidad se declara en rebeldía y opta por la estrategia de la desobediencia. La "argumentación" jurídica de esta especie de pronunciamiento institucional es que el Gobierno de España atenta contra la libertad ideológica y la de expresión, fundamentos del recurso que la Generalidad ha presentado ante el Tribunal Supremo. Mas y Convergència pretenden extender ahora la tesis de que el "proceso participativo" no es como el primer referéndum previsto y que los preparativos de aquel no son los mismos que los de la última versión de este domingo. Esta teoría se contradice, sin embargo, con las reuniones mantenidas por los partidos del frente separatista en las que Mas llegó a decir que "tenemos que engañar al Estado".
De lo acontecido hasta el momento no cabe esperar que la Generalidad levante el pie del acelerador o modifique el rumbo de colisión. A efectos prácticos, las urnas ya están en los locales de la Generalidad destinados al efecto de las votaciones. La web de la administración autonómica en la que se informa sobre los locales de votación y figura la papeleta para su impresión se mantiene activa, así como la campaña institucional en las televisiones catalanes.
En los últimos días se han hecho llamamientos desde la Generalidad y los partidos para que los ciudadanos consultaran su colegio electoral ante la contingencia de que la página digital fuera cancelada. Y está prevista a partir de este miércoles una campaña de la ANC, que se ha marcado el objetivo de hacer tres millones de llamadas telefónicas para informar a los catalanes de cuál es su colegio para votar. Se persigue la fotografía de colas ante los locales electorales, estén abiertos o cerrados.