Tal día como hoy, 7 de noviembre, pero de 2010, Libertad Digital contaba en su portada que Felipe González habló de los GAL catorce años después de dejar la Moncloa. El expresidente del Gobierno confesó orgulloso que tuvo "una sola oportunidad" en su etapa frente del Ejecutivo de "dar una orden para liquidar a toda la cúpula de ETA" después de que, antes de la operación de Bidart en 1992, los servicios de inteligencia detectaran una reunión "de toda la dirección" de la banda en el sur de Francia ante la que "sólo cabía la posibilidad de volarlos todos juntos" y "dije no", explicó González.
En la entrevista, el expresidente se refirió a ese episodio como "las tripas del Estado" y lo describió: "Nuestra gente había detectado el lugar y el día de una reunión de la cúpula de ETA en el sur de Francia. De toda la dirección. Operación que llevaban siguiendo mucho tiempo". Entonces añadió que "la posibilidad que teníamos de detenerlos era cero, estaban fuera de nuestro territorio. Y la posibilidad de que la operación la hiciera Francia en aquel momento era muy escasa. Ahora habría sido más fácil. En aquel momento cola cabía la posibilidad de volarlos a todos juntos en la casa en la que se iban a reunir. La decisión es sí o no. Lo simplifico, dije: no. Y añado esto: todavía no sé si hice lo correcto".
A continuación dijo que "una de las cosas que me torturó durante las 24 horas siguientes fue cuántos asesinatos de personas inocentes podría haber ahorrado en los próximos cuatro o cinco años. Esa es la literatura. El resultado es que dije que no". También dijo que no en multitud de ocasiones a que el no era la X de los GAL.
Tras las sorprendentes declaraciones, sus compañeros de partidos salieron a defenderle. José Bono trató de enterrar todo lo relativo a los GAL con el argumento de que "es algo que pertenece al pasado" y que era "una materia de historiadores desapasionados que de enemigos viscerales". Dijo de González que era un "monstruo para la política" y que nunca iba “a atacar al mejor presidente de España desde la A a la X". Esa mención a la X podría parecer relativo al responsable de los GAL pero en realidad era que la Z era la inicial del entonces presidente Zapatero.
El que fuera portavoz del Gobierno de los GAL, Alfredo Pérez Rubalcaba, eludió valorar las declaraciones y se limitó a decir que a Felipe González había "gente que le odia y gente que le quiere" y que él se sitúa "entre los segundos".
Meses después de la controvertida entrevista a Felipe González, José Amedo, comisario que participó en la guerra sucia contra ETA siendo un miembro destacado de los GAL, aseguró que iba a "demostrar que Felipe González fue la X de los GAL". Dijo que "González tenía razón" cuando dijo que pudo volar la cúpula de ETA. Unas declaraciones que, según Amedo, despejaban la X de los GAL.
Al respecto, contó que cuando se tuvo localizado el caserío "estratégicamente bien situado" en una pequeña localidad francesa, comprobaron que ahí se reunían miembros muy destacados de la banda terrorista. El excomisario añadió que "una vez comprobada esta situación es cuando Julián Sancristóbal Iguarán, jefe de la Seguridad del Estado, le plantea a Felipe González la posibilidad de acabar con la cúpula de ETA". Tras sopesarse la situación, se acabó descartando.
Durante el juicio al último asesinato de los GAL, José Amedo aseguró que "las acciones de los grupos fueron decisión del expresidente del Gobierno, Felipe González. Felipe González estaba detrás de todo". Las órdenes para la puesta en los GAL fue "una decisión exclusivamente política". Y especificó que esa decisión de cometer atentados en Francia "jamás la tomó un mando policial" por lo que "fue una decisión de Felipe González y el señor José Barrionuevo y del señor Julián San Cristóbal”, que entonces ocupaban los cargos de ministro del Interior y gobernador civil de Vizcaya.