El pasado domingo se consumó el desafío separatista con la celebración del referéndum liderado por Artur Mas. Desde entonces, Mariano Rajoy ha dado señales de vida y únicamente trascendió que siguió todo el proceso desde su despacho. Las críticas han arreciado contra el presidente por su ausencia y por no dar la cara ante esta situación.
De hecho, hasta este mismo martes por la tarde Rajoy no tenía previsto hacer ni decir nada al respecto la semana posterior al 9N, tal y como reflejaba su agenda. Moncloa había publicado los actos en los que debía participar el jefe del Ejecutivo durante la semana y no tenía una carga de actos excesiva, más bien lo contrario.
Sin embargo, las críticas han obligado al Gobierno a reaccionar e informaba de manera urgente que este miércoles el presidente del Gobierno comparecerá a las 12:30 horas en Moncloa para valorar el 9N. Fuentes del Gobierno consultadas por Libertad Digital justifican el cambio en que Rajoy ha decidido dar la cara después de que se haya pronunciado la Fiscalía, que previsiblemente presentará este miércoles una querella contra Mas. Eso sí, lo hará a través de la Fiscalía catalana para que sean los jueces catalanes los que decidan.
Rajoy admitirá preguntas de los periodistas, un hecho casi insólito que indica el grado de preocupación en el Gobierno, con el PP en caída libre en todas las encuestas, CIS incluido, y una indignación ciudadana cada vez mayor con la actitud pasiva y hasta complaciente de Rajoy con el separatismo catalán. Hasta esta convocatoria urgente su agenda estaba completamente vacía hasta el jueves 13 cuando inicia un viaje a la ciudad australiana de Brisbane donde participará en la cumbre del G-20. El siguiente punto se producirá ya el sábado 15 cuando participe en dicha cumbre.