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Helena Rakosnik, la nueva matriarca del nacionalismo catalán

El clan de los Mas-Rakosnik reproduce los tics característicos de la familia Pujol: negocios y trabajos bajo sospecha.

El clan de los Mas-Rakosnik reproduce los tics característicos de la familia Pujol: negocios y trabajos bajo sospecha.

Helena Rakosnik, la esposa de Artur Mas, dice que se molesta cuando la llaman "presidenta", que ella trabaja en un despacho de Transportes Metropolitanos de Barcelona por las mañanas y que por las tardes preside organizaciones benéficas. Sin embargo, su presencia al lado de Mas es constante, hasta el punto de que asiste a todos los plenos, firmas y actos del presidente de la Generalidad. Ni siquiera Marta Ferrusola, la esposa de Pujol, había tenido nunca tanto protagonismo mediático. No hay jornada pretendidamente histórica en cuyas imágenes no aparezca la señora Rakosnik en calidad de primera dama y fan número uno del que ya empieza a ser tratado de líder carismático por quienes antes se inclinaban ante Pujol.

El discreto segundo plano de antaño se ha transformado en un marcaje al hombre en toda regla que ella misma justifica por la "excepcionalidad" del momento. Y mientras la familia Pujol Ferrusola encara inciertos vericuetos judiciales tras la condena política de su partido, Mas abre la nueva etapa con un esquema familiar que incide en el pujolismo, pero sin Pujol.

Dos hermanos de Helena Rakosnik han protagonizado en las últimas semanas informaciones sobre supuestos tratos de favor y actitudes impropias. Joan Antoni Rakosnik es el directivo de una consultora informática que ha incrementado su facturación con la Generalidad de 5,3 millones a 322 desde que ficharon al hermano de la "presidenta" y ganó CiU.

Otro hermano, Guillem Rakosnik, es un organizador de eventos y simposios de dudoso patrocinio pero con el apellido por delante. Trabajaba para el grupo Focus, del que fue despedido tras mediar en un negocio al margen de la empresa.

Mas también tiene un hermano que ha aparecido en los medios de comunicación, Joan, directivo de Panrico, empresa en graves dificultades a la que la Generalidad, según Ciudadanos, habría ayudado por causa de relación fraternal.

Dos de los hijos del matrimonio Mas-Rakosnik tampoco se han librado de quedar retratados en los medios. Albert Mas Rakosnik por trabajar en una empresa de gestión de residuos adjudicataria de la Generalidad. Y Patricia Mas Rakosnik, cuya reciente boda salió en el Hola, que presta sus servicios en una agencia de comunicación que a su vez lo hace para el Ayuntamiento de Barcelona, que dirige Xavier Trias, buen amigo de Mas y uno de los pocos políticos a los que el president invitó al enlace de su hija mayor.

Como en los mejores tiempos del pujolismo, los negocios, la familia y la política forman un trío indisoluble. Y como en los viejos tiempos, los amables retratos de la nueva matriarca del catalanismo inciden en la austeridad y en su condición de jefa de familia. Le gusta fabricarse su propia bisutería y los vistosos collares que luce en algunas de las últimas imágenes públicas.

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