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La universidad, "tan corrompida como los partidos o los sindicatos" en 'El País'

La portadas de este lunes están teñidas de luto futbolístico por la muerte del hincha del Deportivo de La Coruña en Madrid.

"Reyerta mortal" o "Pelea Mortal" son algunos de los titulares que llevan a las portadas la muerte de un hincha radical del Deportivo de la Coruña en una gran pelea organizada en las cercanías del Vicente Calderón, horas antes de que empezase el partido entre el equipo gallego y el Atlético de Madrid.

Es la única noticia que repiten en su primera plana todos los periódicos, unos desde un plano más explicativo y otros, como El Mundo, ya iniciando la polémica: "La Policía no actuó aunque conocía la 'macroquedada'".

En su editorial los de Unidad Editorial hablan de "una reyerta que pudo evitarse" y señalan, no sin razón, que el hecho de que el partido se disputase "debería avergonzar a las autoridades futbolísticas y a las direcciones de ambos equipos". Más duros aún son contra la Delegación del Gobierno: "Resulta sorprendente y muy grave que (…) no previera un dispositivo adecuado para prevenir el coche".

También en El Mundo escribe Federico Jiménez Losantos sobre "encajar la España constitucional en la Cataluña dictatorial, donde no hay libertad para rotular, estudiar o proclamarse español". Lo demás son, concluye el director de Es la Mañana de Federico, "engañaconstituciones y engañabobos" que, eso sí, son miembros destacados de la "logia del Puente Aéreo, esa que tiene sus minaretes más visibles en La Vanguardia y El País y su bazar en Soraya.cat".

El País, ya que hablamos de ellos, elige como noticia del día que "el PSOE cree que un tercio del voto de Podemos viene de sus filas", asunto en el que debemos de suponer que lo sorprendente es que los de Ferraz se enteren ahora.

Lo más interesante del periódico de Prisa es, no obstante, un durísimo artículo de Félix de Azúa sobre la universidad española, nido de ese "partido de profesores" que es Podemos. Parte el autor de la noticia de la beca de Errejón y asegura que la fórmula fraudulenta en la que se ha otorgado "no es una excepción sino la regla, la base misma" del funcionamiento de la universidad española, que está "tan corrompida como las finanzas, los partidos o los sindicatos" y que es, por tanto, "una de las instituciones más corruptas del conjunto institucional español".

"¿Han oído a Iglesias, a Errejón, o a los dirigentes de Podemos en la sombra presentar un programa de limpieza del mundo universitario español?" se pregunta, retóricamente, Azúa. "No lo verán", se responde nada retóricamente.

La conclusión es terrible, pero acertada: "Si ya la Universidad española (sector Humanidades) es como un cetáceo muerto, imagínense un país construido por los mismos mimbres. Un cementerio de elefantes. Y ratones".

Pero lo más curioso de todo es que dos páginas más allá El País inicia un "examen" a la Universidad española que no empieza nada bien: "La endogamia alcanza al 73% de los docentes". A este paso en Prisa se van a acabar enterando de que la–generación–mejor–preparada–de–la–historia en realidad tiene muchos más títulos que estudios.

ABC dedica toda su portada a la "batalla campal cerca del Calderón", con un largo titular: "Muere un radical del Deportivo tras ser arrojado al Manzanares". La foto del dramático traslado de un cuerpo totalmente cubierto sólo deja espacio para otra noticia, también de largo titular: "El hermano de Tania Sánchez recibió contratos de una funcionaria que le traspasó la empresa".

También de la tragedia futbolística escribe Ignacio Camacho, muy duro: "Es muy sencillo: o el fútbol acaba con los radicales o los radicales acaban con el fútbol". "Si no se corta de raíz, con determinación y sin atisbo de tolerancia [la violencia de algunos aficionados], el mayor espectáculo de nuestro tiempo se convertirá en una barbarie a la que no se podrá llevar a las familias ni a los niños. (…) Se trata de decidir si queremos que los partidos sean una fiesta o un drama". Lo cierto es que no es la primera vez que oímos o leemos cosas similares y, pese a algunas desgracias, seguimos más o menos igual, lo que no quita que es muy cierto que a estos individuos hay que "echarlos de los estadios", como bien dice Camacho.

La Razón trata de ir un paso más allá en el asunto de la violencia del fútbol: "Interior pedirá a los clubes que echen a los ultras". Escaso verbo nos parece ese "pedir", pero bueno. En un tono mucho más ligero, pero también tiene el asunto su importancia, oiga, Alfonso Ussía dedica su artículo de contraportada a otra batalla casi campal: la de los grandes restaurantes de algunas ciudades con "la modernidad, el lecho de zanahorias, la tortilla desestructurada, y todo lo que significa esa majadería que se hace llamar cocina de autor". El escritor cuenta una tremenda anécdota sobre uno de esos chefs que no podía "rebajarse a tanto" como hacer una tortilla con jamón y describe esa "cocina de autor" que "en gran medida, es como los cuadros de Tapies, muy caros y meramente decorativos si el decorador cobra un porcentaje de su precio, establecido por la mafia del mundo del Arte". Así, en un único artículo Ussía le sacude a los modernos de los pinceles y los de los fogones, por algo es un maestro.

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