El Mundo dice que "Rajoy elige a Alonso y da peso político al Gobierno", lo que quiere decir que no tiene ni pajolera idea de Sanidad pero a verborrea no le gana nadie. Casimiro García-Abadillo y Victoria Prego lo celebran con alegría y alborozo. García-Abadillo dice que Rajoy "parece haber tomado conciencia de que debe de hacer política para intentar recuperar el terreno perdido". Que Alonso tiene un "carácter comunicativo, abierto, y ademas es una persona de la máxima confianza" de Soraya, que ya es un plus. También valora el director de El Mundo como "muy positivo" que Cospedal pida una "gran coalición" con el PSOE si el PP no obtiene mayoría absoluta. Lo que no ha valorado Casimiro es que el PSOE ya le ha dicho que se suba a este dedo y se dé una vueltecita. Vamos, que nanay de la China. Prego dice que la elección de Alonso ha sido "un gran acierto". Y eso que "en realidad daría igual que Alonso ocupara la cartera de Sanidad u otra cualquiera". Lo que cuenta es que "es un hombre que tiene un discurso político claro y coherente y que, además, lo expresa. Esperemos que no se convierta en un ministro silencioso", dice Victoria cruzando los dedos. Pero en fin, no seamos agoreros y "celebremos el regreso del presidente del mundo satisfecho de lo conseguido en la economía. Bienvenido a la dura realidad".
Federico Jiménez Losantos examina el programa económico de Podemos y dice que "lo más serio lo ha dicho el resucitador de Bankia, Ignacio Goirigolzarri, recordando que el derecho al crédito que pretende Podemos es inseparable de la obligación de devolverlo". Cenizo. "Al pedir un crédito pedimos el derecho a devolverlo en los términos exactos que acordemos. Y esa confianza mutua en el cumplimiento del pacto es lo que hace funcionar la economía. Por desgracia, en España el crédito material ha caído en un casi absoluto descrédito moral, como si fuera un derecho y no un trato. Y uno no se recupera sin el otro. Para que España tenga crédito entre los españoles tenemos que recuperar la confianza en España. Sin eso, nada". Aguafiestas.
El País abre con que "Esquerra rechaza la lista única para la independencia que propone Mas". Bueno, ya será menos, lo mismo es una pataleta y acaba pasando por el aro en cuanto Mas le apriete un poco las tuercas. "Cataluña reclama al gobierno 2.183 millones para cuadrar sus cuentas". Hala, por la cara. El editorial se lo dedica a Cataluña, pero no para reprocharles el hocico que tienen, sino para criticar el vodevil de la comisión sobre el caso Pujol. "La lista de convocados a la comisión es casi infinita. Amenaza con hincharse hasta abarcar a media humanidad. A todos menos a uno: Artur Mas". Sí, el famoso humor catalán está viviendo un momento cumbre.
ABC tira por los datos del paro: "El mejor noviembre impulsa el empleo". "La correcta, aunque impopular, senda de reformas está dando sus frutos, gracias al esfuerzo del conjunto de los españoles", dice el periódico como un anuncio de Navidad. Bieito Rubido también quiere rollo con el PSOE, pero en lugar de bailarle el agua opta por el modelo 'zaca, raca'. Que si está "amenazado" por Podemos que le está "desbancando" en las encuestas, que si "les ha arrebatado la agenda política", que si el PSOE es un "partido herido por la pérdida de identidad", que si viven un "drama histórico". Y tras dejarles la autoestima hecha unos zorros, va y dice que "un mínimo sentido de Estado debería llevar a la cúpula socialista a no descartar de raíz una política de acuerdo con el PP tras las elecciones de 2015". Lo mismo es una estrategia para rebajar la dote. De Alfonso Alonso dice que era "la voz de Rajoy en el Congreso". ¿Tendrá eso algo que ver con que era el portavoz del PP? "Orador destacado, se le recordará por su ironía y su capacidad para sacar a los adversarios de quicio". ¿Descanse en paz?
La Razón dice que "Rajoy coloca en Sanidad a Alonso, mano derecha de la vicepresidenta". "El presidente da un giro político al Gobierno de cara al año electoral en el que llama a 'ocupar' la calle". ¿Rajoy va a ocupar la calle? Muy bueno eso, Marhuenda, pero no somos tan exigentes, con que la pise ya nos damos por contentos. También cuenta La Razón que "la Generalitat aumenta el 36% la partida a las embajadas frente al 1,5% de Sanidad" y que "presenta unos presupuestos sin explicar de dónde proceden los ingresos". Como si los hubiera hecho yo misma, vamos. Iñaki Zaragüeta dice que "la actitud de Mas provoca un escenario de posible ilegalidad", que le ha cogido gusto a ese escenario. "Sus descuadres económicos no pueden solventarse con ingresos al gusto. Mi amigo Rogelio señalaba ayer que el Gobierno tampoco puede asumirlo". Ya veremos si puede.
La Vanguardia redondea la cifra de 2.183 millones y dice que "el Govern espera 2.200 millones extras del Estado para cuadrar el presupuesto". Total, 17 milloncejos arriba o abajo, qué más da. El periódico del conde de Godó aprovecha para practicar el arte de la amenaza. "La Generalitat cree lógico reclamar fondos extraordinarios a Madrid, en particular después de que el presidente Rajoy, en su fugaz visita a Barcelona del pasado sábado, y tras negarse a hacer concesiones fuera del arco constitucional, indicara que estaba dispuesto a mantener, eso sí, el apoyo económico a la Generalitat", ole, ole, mira qué desprendido con el dinero que no es suyo. "En Palau se considera que el presupuesto catalán para 2015 brinda a Rajoy una gran ocasión para materializar esa promesa", vamos que la pintan calva para arañar unas buenas perrillas. "Si aceptara el envite, la Generalitat cubriría en buena medida el hueco en sus cuentas. Si no lo hiciera, generaría quizás nuevos agravios para alimentar la causa soberanista, al interpretarse que las promesas del Estado son poco de fiar". ¿A ustedes les suena esto a chantaje descarado o es que yo estoy muy quisquillosa?