El PSOE andaluz que dirige Susana Díaz no cesa en su "cerco" a Pedro Sánchez, al que ya es sabido no cree adecuado para dirigir los destinos del PSOE en el futuro. El motivo de esta desconfianza "no es ideológica sino deontológica".
Por una parte, como ha recordado El País, Sánchez parece haber olvidado que su pacto electoral con Susana Díaz se ceñía sólo a la Secretaría General del PSOE sin referencia alguna a quién debería ser candidato socialista en las próximas elecciones generales. Por ello y por otra parte, la presidenta andaluza se consideró defraudada cuando Sánchez decidió montar su gabinete electoral como si ya fuera el candidato elegido. A partir de ese momento, se recrudecieron las incidencias.
Ahora, El Mundo da a conocer que el PSOE andaluz forzará una gestora si se produce una debacle electoral en las municipales y autonómicas de mayo. El límite está en el 20 por ciento de los votos nacionales. Por debajo de esa cifra, la situación sería considerada crítica porque seguramente el PSOE dejaría de ser el segundo partido nacional y pasaría a ser el tercero, tras Podemos. En dicho escenario, el mecanismo sería la dimisión de los miembros de la Ejecutiva Federal fieles a Díaz y la petición pública de barones y referentes socialistas de un cambio de rumbo obligando a la dimisión de Pedro Sánchez. En ese momento, subraya el diario madrileño, "el PSOE andaluz abogaría por la constitución de una gestora que guiara el partido hacia un nuevo congreso o las primarias".
La nueva gestora ya sería controlada por Susana Díaz que podría tener acceso a todos los censos, sedes y trabajadores del partido. Eso es precisamente lo que impide Pedro Sánchez con su decisión de copar el gabinete electoral.
La urgencia de fijar el límite de Pedro Sánchez en las próximas elecciones autonómicas y municipales se debe al temor de que Sánchez vaya consolidándose tanto en el partido como en electorado socialista. Si se esperase a las generales, aunque Sánchez perdiese las elecciones por vez primera, podría ser entendible que optara de nuevo en 2019, un horizonte demasiado lejano para Susana Díaz.
No todos en el PSOE andaluz comparten esta visión estratégica de Susana Díaz. Lo recordó Manuel Chaves cuando le advirtió que no debería jugar con "fuego" en el tema de Pedro Sánchez. Otros dirigentes andaluces creen que Díaz debe centrarse en Andalucía y no frustrar al electorado que confió en ella. Otros dirigentes nacionales prefieren dejar en paz a Pedro Sánchez e insisten en el diálogo entre ambos.
Finalmente está el problema Podemos en Andalucía, que se consolida como primera fuerza política en intención directa de voto en Andalucía y otras regiones. De consolidarse en Andalucía, como augura la última encuesta conocida, la del Barómetro Joly, el revés para Susana Díaz podría ser considerable. De hecho, aunque en dicha muestra, Susana Díaz recupera el primer lugar en preferencia electoral lo hace perdiendo 8,5 puntos, un resultado notablemente peor que el de Griñán. El PP, aunque a la baja en Andalucía, sólo está a 6 puntos de distancia.