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Cebrián abronca a Felipe VI y le dicta su primer mensaje de Nochebuena

Ayer fue un día lleno de acontecimientos: Castro mando a la infanta al banquillo, prosperó la querella contra Mas y no me tocó la lotería.

El Mundo dice que "Castro justifica el banquillo de la Infanta: 'Hacienda somos todos'". Un hombre anuncio. A Casimiro le han alegrado las Navidades con esta decisión "histórica". "No haberlo hecho habría supuesto cerrar en falso la herida ya abierta en la Corona y habría sido una demostración de que la democracia española era incapaz de medir a todos sus ciudadanos por el mismo rasero (…) Que la hermana del Rey vaya a sentarse en el banquillo demuestra que el Estado de Derecho funciona". García Abadillo cree que Felipe VI podía enrollarse y hacer "alguna alusión a los problemas judiciales" de su hermana en el discurso de Nochebuena. Y si publica un vídeo de la cena familiar en Twitter tirándose los cacharros a la cabeza ya haría la felicidad de todos. En cuando a Doña Cristina, "seria ideal que se hubiera apartado ya de la línea sucesoria", la tía cabezona. En fin, que "la Ley no entiende de privilegios y debe regir para todos igual". Chin-chin.

Pero no acaban aquí las buenas noticias para El Mundo en estos días entrañables. "El tribunal de Cataluña investigará a Artur Mas por desobediencia". Casimiro, que no cabe en sí de gozo, dice que "cualquier otra resolución habría provocado un escándalo en la sociedad (...) Es muy saludable para la confianza de los ciudadanos en la Justicia que el tribunal catalán no se haya contaminado por la fiebre nacionalista, como pudo haber ocurrido con los fiscales del Tribunal Superior. Con esta decisión se pone fin a la pretensión de contraponer la legitimidad a la legalidad con la que ha jugado la Generalitat. Sólo hay Estado de Derecho donde prevalece la Justicia". Y si también te ha tocado la lotería ya no se puede pedir nada más, Casimiro.

El País tiene ganas de tocarle las narices a Felipe VI, que desde que se negó a leer el discurso que le ordenó Cebrián el día de la coronación le tiene tirria. "La Infanta afronta hasta ocho años de cárcel pero no renuncia". "La Casa del Rey se resiste a condenarla públicamente". Un editorial en portada da instrucciones al Rey a ver si esta vez es mejor mandao. "Que hable el Rey". Empieza Cebrián a ponerle de ejemplo a su padre, que además de mencionar en un discurso de Navidad la igualdad de los españoles ante la ley, "aceptó que la Casa del Rey apartara al matrimonio Urdangarín-Borbón de todas sus actividades oficiales e intentó en varias ocasiones que Doña Cristina se divorciara o renunciara a sus derechos dinásticos". "Los españoles están esperando escuchar de boca del Rey una declaración firme sobre la necesaria regeneración democrática, incluida una explicación sobre la acusación a su hermana", dice como si le pusiera a prueba. "El Rey se ha mostrado como un hombre de principios. Por eso, lo que no debe hacer es evitar el asunto, limitándose a aceptar respetuosamente, a través de un portavoz, las decisiones y la independencia del poder judicial", le abronca El País. "Es cierto que, constitucionalmente, sólo corresponde a la infanta la decisión de renunciar a sus derechos. Pero no es menos cierto que Felipe VI tiene que enviar un mensaje a los ciudadanos, como hizo su padre hace tres años. Y el mensaje tiene que ser este: que los principios que proclama deben aplicarse también a su hermana, aunque ya no pertenezca a la familia real". Majestad, espero que le haya quedado nítida la orden y se cuadre ante Cebrián.

Viene hoy El País en plan soviético y también opina sobre la querella contra Mas. "La judicialización del 9-N es la peor respuesta a las reivindicaciones de una parte de la sociedad catalana". El problema "se triplica, al dar alas al victimismo nacionalista. Lamentable". Uy alas, el victimismo catalán vuela a motor, chaval.

ABC no deja que ningún sinsabor enturbie el espíritu de la Navidad. "El Gordo más remolón", titula. No obstante, Bieito Rubido editorializa sobre los dos acontecimientos de ayer. El periódico monárquico, el primero en pedir, por cierto, la renuncia de la infanta a sus derechos dinásticos, insiste hoy en esta reclamación. "Su renuncia a los derechos sucesorios no servirá para mejorar su posición ante el tribunal que la juzga, pero sí será un ejercicio de lealtad a su hermano, el Rey Felipe VI, a quien una negativa de Doña Cristina a dicha renuncia puede emplazarlo a tomar iniciativas severas al respecto (…) Ante esta coyuntura histórica de la Corona, Doña Cristina debe responder como Infanta de España y no como esposa de un presunto defraudador". Anda, majeta, que te lo están pidiendo de buenas maneras.

Sobre la querella de Mas, opina justo lo contrario que El País. "La Fiscalía acertó con su querella contra Mas". "El paso dado por el TSJC es muy importante, pero hay que estar preparado ante la posibilidad de un carpetazo por la vía rápida. En todo caso , esta investigación judicial mantiene vivo el estado de derecho en Cataluña, frente a quienes querían la derogación de la Constitución en esta comunidad autónoma".

La Razón es el garbanzo negro, la voz discrepante en el asunto de la infanta. "El juez Castro lleva a juicio a la infanta porque 'Hacienda somos todos'". Erre que erre, dice el editorial que no, que no y que no, que no hay indicios contra su Infanta. "La dignidad de la Justicia hubiera sido mejor servida respetando los derechos de la infanta (…) Tal vez muchos consideren que la imagen de la infanta Cristina sentada ante un tribunal de Baleares satisfará a una sociedad atribulada por la crisis, que ya ha juzgado sumariamente hechos y conductas y que reclama enérgicas medidas contra la corrupción", dice como si fuera el guardián de la auténtica justicia frente a una jauría de perros rabiosos con sed de sangre. En el caso de la infanta, "se ha empleado una doble vara de medir. Como reclamaba ayer su defensa, no se pide trato de favor alguno, sólo que se aplique la ley. Así de sencillo". Marhuenda, muy cabreado, se dedica a poner verde al juez Castro, un ejercicio en el que tiene mucha práctica. "No existen indicios que permitan acusar a la infanta Cristina", llevarla al banquillo es una "peregrina decisión. Es insólito y demuestra el sesgo ideológico de una decisión insostenible. No me sorprende porque es coherente con la ideología de un juez que siempre ha querido sentar a la infanta en el banquillo para satisfacer su peculiar visión de la justicia (…) Me inquieta comprobar que mucha gente quiere revivir la Inquisición", las normas "no pueden ni deben ser interpretadas para satisfacer la ideología de un jurista". Qué solo estás, Marhueda, pero qué solo. ¿No será que estás equivocado?

La Vanguardia abre con la querella de Mas -"El TSJC investigará a Mas por desobediencia el 9-N"- pero el editorial se lo dedica a la infanta. "La Casa del Rey mantuvo ayer una posición irreprochable", dice el periódico del conde de Godó llevándole la contraria a El País. Y se une al coro pidiéndole a la infanta "la renuncia a los derechos dinásticos que le corresponden por el bien de la institución monárquica, un rasgo de generosidad muy bienvenido que daría un anhelado respiro a la Casa Real". ¿Y si todos los periódicos escriben la carta a los Reyes Magos de forma conjunta? Como la infanta tiene sangre real seguro que la tiene en cuenta. Que la escriba La Vanguardia, que tiene experiencia.

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