El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes el anteproyecto de Seguridad Nacional, que tiene como principal novedad la creación de un nuevo estado previo a los de alarma y excepción, pero que al contrario que estos dos, recogidos en la Constitución y regulados por Ley Orgánica, no supondrá un recorte de los derechos y deberes de los ciudadanos cuando entre en vigor. El mismo se denominará "situación de interés para la seguridad nacional"
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha detallado que este nuevo estado se establece para "completar un vacío legal" ante situaciones que puedan requerir una actuación firme por parte del Estado pero que la situación que lo cause no llegue al extremo de gravedad que obliga a activar los estados de alarma y excepción. "Queremos proteger la seguridad y los derechos de todos los ciudadanos", ha continuado.
El objetivo de este anteproyecto de Seguridad Nacional sería dotar al Estado de herramientas adecuados a los nuevos riesgos y amenazas. "Tenemos que adaptarnos a una realidad cambiante", ha explicado la número dos del Gobierno, quien ha señalado que el futuro texto legal define también los asuntos transversales, es decir, aquellos en los que se ven involucrados y deben actuar varios Ministerios.
Sáenz de Santamaría ha querido dejar claro que la aprobación de este proyecto no tiene relación con los atentados terroristas yihadistas cometidos la pasada semana en Francia, sino con "una política de seguridad nacional coherente desde el principio de la legislatura". "El concepto de seguridad nacional es mucho más amplia de lo que era en un principio. Hay aspectos fuera del Ministero de Defensa y el terrorismo, como ciberdefensa o seguridad marítima", ha añadido.
Ha recordado, asimismo, que en España tan sólo se ha activado en una única ocasión el estado de alarma. Fue el 4 de diciembre de 2010, cuando los controladores aéreos organizaron una huelga sectorial encubierta y dejaron prácticamente el espacio aéreo español cerrado cuando se abría un periodo vacacional, lo que podía ocasionar amplísimos daños al prestigio internacional y a la economía española.