Tal día como hoy, 27 de enero, pero de 2011, Libertad Digital contaba en su portada la renuncia de Andreu Buenafuente al premio como ‘mejor presentador de televisión’ que concedían con sus votos en Internet los lectores de la revista masculina FHM.
Lo hizo en solidaridad con Pablo Motos ya que el hecho de que los lectores de la publicación hayan votado a Motos como el ‘peor comediante de televisión’ era una "humillación innecesaria". Buenafuente señaló además que "no verás una fórmula como esta en cualquier otra lista de premios, ya sea de cine, periodismo, o cualquier otra disciplina. Pero sí una de cómicos. ¿Por qué? ¿Porque somos graciosos? De acuerdo, somos graciosos. Pero también somos profesionales".
Además, tras la reacción de los internautas, el propio galardonado escribió en Twitter: "No voy a entrar en la polémica con el director de FHM. Tema zanjado". La reacción de la revista fue reírse abiertamente tanto del plante como del comentario en la red social. Así, hicieron públicas varias imágenes del director tirándose de los pelos y frustrado por no poder polemizar con el presentador.
Además, en un comunicado en la web de la revista dijo que "puso las categorías y los nominados en FHM.es y el pueblo soberano votó libremente. No como los Goya, que parece que se dan por y para ‘amiguetes’. Cuán diferente sería el resultado su votara la audiencia".
Continuó el escrito diciendo que "’como compañero no puedo apoyar unos premios…’ ¿A qué viene tanto corporativismo/sectarismo?... El que hace un trabajo artístico está sometido a la consideración pública, para bien o para mal. Basta ya de comerse la porra los unos a los otros. ¡Viva Ricky Gervais! (Quien, por cierto, también es cómico y se ha llevado las críticas de Buenafuente en su Twitter)".
Por último, entraron en el tema de la supuesta humillación a un cómico: "En El Hormiguero el Sr. Comunicador Pablo Motos hay una sección titulada originalísimamente ‘El Kiosko’ en la que se humilla innecesariamente la labor de otros comunicadores, en este caso los que hacen revistas, y en la que FHM ha aparecido en numerosas ocasiones. Eso por no hablar de las mofas, burlas y escarnios que, desde los diversos productos de la factoría El Terrat, han sido objeto todo tipo de profesionales de la comunicación, desde Punset a Iker Jiménez pasando por Raquel Revuelta y olé".
Ya en el año 2007 Buenafuente rechazó el Micrófono de Oro de la Federación de Asociaciones de Radio y Televisión porque también se lo concedieran a Federico Jiménez Losantos. El diario El País explicó que Buenafuente fue claro al explicar que "ante la libertad de premiar está la libertad de rechazar el premio" y dijo que ese Micrófono de Oro lo rechazaba "porque no quiero estar en el mismo palmarés que un personaje cuya concepción de la radio es por completo ajeno a la mía". Añadió que Jiménez Losantos "no sólo me ofende a mí: ofende al periodismo".
Además, en el diario de Prisa dijo textualmente: "Yo respeto mucho esta profesión, y la forma que tiene esta persona de llevarla a cabo me ofende. No es la radio que a mí me gustaría para este país. Se puede optar por la discrepancia en silencio, pero yo he optado por decir en voz alta que no soporto estos premios salomónicos que tratan de honrar colores imposibles. Así tratan de decir que todo vale, y poco a poco se va pudriendo el periodismo. Y quería dejar clara mi discrepancia. En voz alta".
Jiménez Losantos no tardó en contestar a Buenafuente desde Libertad Digital. Le dijo que "no sé cómo has tardado dos semanas en darte cuenta del agravio que para tu ética supone ‘compartir el palmarés’ de esos premios conmigo. Sólo hay entre nosotros una diferencia: yo jamás te invitaría a un programa mío; tú me invitas al tuyo y yo no voy".
Además, Luis del Olmo aseguró que se bajaría del escenario si Federico Jiménez Losantos acudía a recoger el premio. Esta reacción le valió al premiado para escribir que "más pena me produce, oh, dilecto Luis del Olmo, verte unido a Buenafuente en esta especie de Ku Kux Klan de las ondas, esa versión radiofónica del Pacto del Tinell que sobre el agravio a tu ciudad natal ha montado la progresía nacionalista.