Una de cal y otra de arena. Tras haber alcanzado un pacto de Estado contra el terrorismo islamista, el PSOE presentará, en el plazo de dos semanas, un recurso ante el Tribunal Constitucional en contra de la prisión permanente revisable, que se incluye en la reforma del Código Penal. Según anuncian fuentes de Ferraz, el recurso se formalizará toda vez que se apruebe definitivamente en el Senado.
La prisión permanente revisable ha sido desde el principio de la negociación la línea roja para los socialistas. Lo era el pasado 19 de enero cuando se produce la primera conversación entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el líder del PSOE, Pedro Sánchez. En esa comunicación se consiguió el primer "logro", a juicio de los socialistas: que el Gobierno asumía que la prisión permanente revisable, que el PSOE percibe como una cadena perpetua encubierta, se sacara de la negociación de la Ley Orgánica y se limitara a la reforma del código penal a la que el PSOE votó en contra en el Congreso y votará en contra en el Senado.
"En el primer texto que se nos pasa se nombra tal cual la prisión permanente revisable. De ahí, evolucionamos a otros textos donde se hace referencia al artículo 33 o al 140", aseguran fuentes de la dirección federal socialista. Pero el miércoles 28, cuando Pedro Sánchez anunciaba desde Bruselas que se cerraría el pacto de estado con el Gobierno al día siguiente, ya había cerrado con el presidente Rajoy que se hiciera referencia "a la pena máxima" porque "el Gobierno asumía que la pena máxima la vamos a cambiar en cuanto lleguemos al Gobierno".
Tanto lo asume el Gobierno, entiende el PSOE, que el pasado viernes por la tarde aceptaron, a petición de Pedro Sánchez ampliar un pacto más allá de la Ley Orgánica con otro documento de cuatro folios "que constituye el paso de una ley a un pacto de Estado". El domingo por la tarde, se cerraba el último fleco: la inclusión de un párrafo a modo de cláusula en contra de esta pena y que finalmente reza así:
"En todo caso, el presente acuerdo no se verá afectado por los posibles cambios en el sistema de penas que puedan producirse en el futuro en función de las posiciones mantenidas por las partes en el curso de la tramitación de la reforma del Código Penal".
Fue entonces cuando el líder del PSOE dio finalmente el sí quiero a un acuerdo del que aseguran estar "orgullosos" en Ferraz, donde insisten que "el PSOE nunca no ha puesto su firma en ningún papel en el que se hable de prisión permanente revisable", aunque en Ferraz obvian que la Ley Orgánica sigue mencionando la "pena máxima" prevista en el código penal. Dicen no temer, en ningún caso, a la 'foto' del pacto, al fantasma de la gran coalición porque "el pacto se puede explicar y la ciudadanía es consciente del peligro yihadista; España fue la primera víctima".
Desmienten en Ferraz haber cedido por tanto a las pretensiones del Gobierno en torno al código penal y desmienten también que esta imagen beneficie al Ejecutivo, que les PSOE se esté prestando a darle un balón de oxígeno a Mariano Rajoy. "No solamente estamos orgullosos sino que es bueno para todos y para todo el país. No creo, en absoluto, que esto tenga coste político", dice uno de los negociadores socialistas, "me parece repugnante que se piense en elecciones; firmamos esto para no hacer electoralismo".
Respecto a la forma, la puesta en escena en Moncloa y no en el Congreso como habían exigido en un principio los socialistas, lo achacan a que "al principio no era un pacto de Estado; ahora sí lo es", y el formato "lo elige Moncloa. Nosotros somos invitados".