Los pueblos de la ribera del Ebro de Zaragoza vivieron este domingo otra jornada de incertidumbre por la crecida extraordinaria del río. El agua no llegó a entrar en los cascos urbanos pero la alarma se mantiene este lunes.
En Zaragoza el caudal está ya en los máximos previstos, con 2.400 metros cúbicos por segundo y 5,81 metros de altura, aunque aún se esperan algunos picos y el ayuntamiento ha elevado a naranja el nivel de alerta, fijado normalmente a partir de los 2.100 m3/s, ante la evolución de esta crecida.
En un vuelo de reconocimiento con un helicóptero del 112 se ha constatado que hay granjas afectadas, casas aisladas y miles de hectáreas inundadas, y se estimaba que eran unas 20.000 según las primeras estimaciones de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA-COAG).
La punta de la crecida se espera este lunes en Zaragoza y seguirá su avance hacia las poblaciones de la ribera baja, en las que se esperan afecciones agrícolas, sin que se descarte algún problema en el casco urbano de Pina de Ebro, la más próxima al río.
Fernández Díaz sobrevolará la zona
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, sobrevolará este lunes las zonas inundadas. En concreto, el ministro del Interior se dirigirá a la Base Aérea de Zaragoza y en el helicóptero de la Unidad Militar de Emergencias (UME) sobrevolará las zonas afectas por la venida.
En las labores de limpieza y auxilio a los afectados participan voluntarios de Protección Civil, efectivos de la empresa pública Sarga, trabajadores sociales del Gobierno de Aragón y de las comarcas, la UME, bomberos, personal de la CHE, Policía Local y Nacional, Guardia Civil, Cruz Roja y equipos sanitarios, entre otros.