La punta de la crecida del Ebro discurre ya por Cataluña, donde los pueblos ribereños esperan que los embalses contengan las posibles inundaciones, tras dejar unas 45.000 hectáreas anegadas en Álava, La Rioja, Navarra y Aragón y unas pérdidas agrarias estimadas en al menos 50 millones de euros.
En un balance provisional, la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG) calcula que las inundaciones han afectado a 28.000 hectáreas en Aragón, 12.000 en Navarra, 3.000 en La Rioja y 1.500 en Álava.
Además, en estos días han tenido que ser evacuadas múltiples explotaciones ganaderas, con el traslado de unas 20.000 cabezas de porcino, vacuno y ovino.
Las zonas anegadas de las comunidades aragonesa, navarra y riojana recibieron este martes la visita de la ministra de Agricultura y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, y la del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.
García Tejerina anunció que el Consejo de Ministros del viernes aprobará un decreto de ayudas a los afectados por las inundaciones del río Ebro, con 4 millones destinados a Aragón, otros 4 a Navarra, y 3,6 a La Rioja.
Después de cinco días de extrema tensión a causa de la avenida extraordinaria del Ebro, los pueblos ribereños de Zaragoza pasaron la noche del lunes al martes sin sobresaltos, puesto que el caudal del río ha comenzado a descender paulatinamente.
La avenida del Ebro sigue ahora su camino por Cataluña, aunque es previsible que el pantano de Mequinenza, en el límite de las comunidades aragonesa y catalana y que es el mayor del tramo final del Ebro, pueda absorber todo el volumen de agua que ha pasado por Navarra y Aragón, aunque hoy mismo se encuentra al 94,94 por ciento de su capacidad.
Los pueblos más afectados
El Plan Territorial de Protección Civil de Aragón ha movilizado estos días a casi 1.200 personas, de las que 450 son efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME). A estos se les han unido más de 350 vehículos, entre los que hay bombas de achique, camiones para transporte de arena, bulldozer, maquinaria pesada para la reconstrucción de puentes, lanchas neumáticas, ambulancias y vehículos ligeros. Todo ello por una crecida considerada histórica.
De hecho, en la madrugada del pasado lunes el Ebro alcanzó un caudal de más de 2.600 metros cúbicos por segundo, llegando a los 6,10 metros de altura en Zaragoza. Aunque los pueblos más afectados en estos últimos días han sido Pina de Ebro, Quinto de Ebro, Gelsa, Novillas y Boquiñeni.