Tal día como hoy, 11 de marzo, pero de 2011, Libertad Digital contaba en su portada que el PSOE, coincidiendo con el séptimo aniversario del 11-M y de la utilización posterior de los mensajes de texto para poner a la población en contra del Gobierno, el partido de Ferraz se encontró tuiteando sobre varios asuntos de la actualidad.
En un momento dado, los socialistas se toparon con un comentario que querían hacer pero resultaba demasiado excesivo para un partido político. La determinación que tomaron fue pedirle a otro usuario de Twitter que hicieran el comentario como si fuera suyo, y luego ellos lo "retuitearían".
Así, desde la cuenta del PSOE lo pidieron claramente: "Queremos poner un tuit, pero no podemos hacerlo con las siglas, así que te íbamos a pedir que lo pusieras tú para hacerte RT". Nunca supimos qué quería poner el Partido Socialista pero que no se atrevía a publicar bajo su nombre. De hecho, los usuarios empezaron a afearle la conducta y lo borraron, pero después de que otro usuario captara con un pantallazo el comentario.
La polémica en esta red social con el PSOE y el PP volvió cuatro años después, esta vez en modo de avalancha de seguidores. El 3 de septiembre de 2014 y en cuestión de minutos, la cuenta de Twitter de Mariano Rajoy vio como sus seguidores se reproducían por miles. Lo más curioso era que la mayor parte de los perfiles de esos nuevos seguidores de Rajoy eran árabes, algunos incluso con caracteres árabes.
Desde Moncloa aseguraron haberse enterado de la anomalía por los medios de comunicación y señaló que se trató de "un ciberataque". Además, el equipo de Twitter de Rajoy contestó con dos tuits: "#NoBots Se está trabajando para averiguar quién está detrás de esta extraña campaña. Equipo Twitter MR" y "Damos la bienvenida a nuestro Twitter a gente real #NoBots. Equipo Twitter MR”.
Un día después del objetivo de este ciberataque fue el perfil del líder de la oposición. Pedro Sánchez anunció en su cuenta de Twitter que "A primera hora he detectado un incremento falso de seguidores. Ya lo he notificado a Twitter".
El comunity manager de la Policía respondió a las acusaciones que apuntaban a una compra masiva de seguidores por parte del equipo que lleva el Twitter del presidente del Gobierno: "No, su equipo no ha comprado seguidores; tiene cosas mejores que hacer". El responsable de las redes sociales de la Policía dijo en esRadio que creían que alguien había querido "jugarle una mala pasada" a Rajoy y que era algo “habitual. Suele suceder mucho en el ámbito económico, que alguien compre followers a otro con la única intención de dejarle mal".