La Semana Santa en Cataluña no cuenta precisamente con el favor de la clase política ni con el apoyo de las instituciones. Tampoco concita un masivo seguimiento informativo, salvo cuando se producen quejas de los nacionalistas, sacerdotes o cargos públicos, por la participación de la Hermandad de Legionarios en algún acto religioso.
Sin embargo, hay excepciones y una cierta recuperación popular de cofradías y procesiones. En la comarca del Bajo Llobregat, los orígenes andaluces de una gran parte de la población han contribuido no sólo al mantenimiento sino al auge de las procesiones. Es el caso de San Vicente dels Horts, municipio del que es alcalde el líder de ERC Oriol Junqueras.
Aquesta passada matinada, molta gent a la processó de saetes pels carrers del barri de Can Ros. pic.twitter.com/PXx3XCmPex
— Oriol Junqueras (@junqueras) abril 3, 2015
Junqueras es una excepción en su partido y no duda en hacer del catolicismo una de sus señas de identidad pública. Presume de haber accedido a los archivos vaticanos y de una vasta cultura religiosa, en la senda de Jordi Pujol. Pero al tiempo que cumple con los ritos y obligaciones del nacionalcatolicismo de la iglesia "montserratina", no elude el fervor más popular de las cofradías de Semana Santa y las saetas o saetes en la versión adaptada al catalán de Junqueras.