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Irene Lozano le hace la rosca a Albert Rivera tras haberle puesto a caldo

La agonía de UPyD, islamistas caseros, el desconcierto del PP o la incomprensible actitud de López Aguilar ofrecen un amplio menú de temas.

El Mundo dice que "Rajoy ataca a Ciudadanos pero sus barones ya planean pactos". Vamos, que ni caso al jefe. Victoria Prego dice que es lógico, que "sería insensato y un reconocimiento prematuro de su derrota" que Rajoy hablara ahora de pactos, él "cumple el guión", pero los barones no están para cuentos. "Aplauden a su presidente y a continuación se aplican a la única tarea que les compete, que es la de conservar el poder (…) No es que desobedezcan a su presidente, es que cada uno tiene su afán y a él se deben". Lucía Méndez dice que lo que pasa es que "el líder va por un lado" y "el partido por otro", pero "sin malos rollos". "El PP prefiere ir a las cafeterías al encuentro de Ciudadanos, una vez que el presidente les ha dicho que es allí donde Albert Rivera busca a sus candidatos", ay como se entere el jefe. Rajoy, que no pisa los bares, qué cosa tan vulgar, "no conoce a Rivera, ni sabe quién es".

Dedica mucho espacio El Mundo a la voladura incontrolada de UPyD. En una entrevista, Irene Lozano, antes incondicional de Rosa Díez, dice ahora que "UPyD no ha escuchado a sus votantes". Sin ponerse ni un poquito colorada, dice ahora que Rivera, al que ponía a caer de un burro, es "un político muy listo" y "valiente". Menudo peligro tiene la moza. Casimiro le organiza la herencia a la difunta Rosa Díez. "Sólo la ceguera provocada por un deslumbramiento mesiánico puede explicar el empeño de Rosa Díez de arruinar el indiscutible y muy meritorio capital político acumulado por ella misma y sus compañeros de UPyD (…) La descomposición en tiempo récord es la historia de la desesperada batalla por la supervivencia de su lideresa al precio de arrastrar hacia la destrucción su propia creación. Ella fue su mejor activo, pero su arrebatada obstinación por el poder ha acabado siendo su perdición". Y se ha emperrado en la "estrategia que siguió al someter a tormento a Sosa Wagner: la persecución y purga del disidente", una técnica que domina. "Es tarde para UPyD, pero no para sus ideas y sus talentos". Así que hala, desfilando a Ciudadanos.

El País dice que "Rajoy fía su reelección a crear este año 800.000 puestos de trabajo". Otro que no se apea del burro. "El presidente calcula que el dato del paro en noviembre será mejor que el que heredó de Zapatero". Hombre, pues eso no será muy difícil, digo yo. El País a quien entrevista es a Rosa Díez. ¡Qué mala cara tiene en la foto! Dice escocida que Albert Rivera "está disfrutando". Pues a ver, estará partido de la risa y frotándose las manos. Erre, que erre, sigue empeñada en que no había que pactar con Ciudadanos, que "acreditamos diferencias políticas más que suficientes". Pues nada, con su pan se lo coma. En el editorial, Cebrián trata de salvar el cuello a Chaves y a Griñán, que corren grave peligro después de que Susana Díaz esté sudando tinta para formar gobierno. "La situación no es sencilla y exige un esfuerzo de responsabilidad y espíritu de consenso por parte de los partidos políticos. En estos tiempos en que las mayorías absolutas son poco menos que imposibles, es necesario el diálogo para logar acuerdos que faciliten la gobernabilidad, no solo en Andalucía, sino en todos lo municipios, comunidades e incluso en el gobierno estatal". Tras soltarnos este rollo, desvela sus verdaderas intenciones. "No se entiende que los representantes de Podemos y Ciudadanos se encastillen en que, mientras no dimitan Chaves y Griñán, no hay opción alguna para facilitar la investidura", qué despropósito, largar a dos presuntos corruptos. "No es hora de ajustar cuentas con el pasado". Claro, claro, pelillos a la mar.

ABC lleva en portada a Luis María Linde que defiende la política económica del gobierno. "Ha sido sentido común y patriotismo, no austeridad". Bieito Rubido echa una buena regañina a los medios de comunicación por no cantar las alabanzas de las mejoras. "Han despachado en dos párrafos" la noticia de que España ya cobra por colocar deuda "por primera vez en su historia". En 2012, "diarios, radios y televisiones se llenaron de datos negativos e informaciones políticas". "Hay muchos tipos de sectarismos: este uno de ellos", dice muy cabreado. Una vez superada la estupefacción que causó la noticia de la imputación de López Aguilar, los columnistas de ABC empiezan a decir algo. Isabel San Sebastián, por ejemplo, critica que no haya renunciado "al escaño y al sueldo" y se ha ahorrado "el penoso trance" de ir al calabozo "pese a que la protección especial de la que goza -por ser eurodiputado- no debería aplicarse a un delito tan ajeno al desempeño de su cargo como el que se le imputa". Sí que es raro, sí. "Aduce el acusado , y está en su derecho, que nada de lo dicho es verdad, sino fruto de las disputas inherentes a un proceso de divorcio. O sea, exactamente lo mismo que han aducido antes que él decenas de varones víctimas de una ley que les presupone culpables, sin que esa protesta haya evitado una desagradable estancia entre rejas". También a Ignacio Camacho le "chirría su recurso a una protección de aforamiento que no debería valerle para un supuesto como éste, de índole por completo ajena a su actividad parlamentaria y para el que existen juzgados específicos". Cierto. Y no estaría de más que algún buen amigo le dijera que deje de pasearse por los medios de comunicación poniendo a parir a su esposa. También chirría.

La Razón dice que "Nous Catalanas da cobijo al islamismo radical". Como te coja Rahola te corre a gorrazos. "La Generalitat debe evitar la irresponsabilidad de captar a la comunidad islámica para el soberanismo", pide el editorial. ¿Irresponsabilidad? Yo diría temeridad. ¿Están locos o qué? De Rosa Díez habla Martín Prieto. Dice que "Rosa Díez cuenta con una dilatada biografía política caracterizada por la arrancada de caballo y la parada de burro". "Le perjudica no ya su ambición, sino su carácter autoritario". "Se negó tozudamente a converger con Ciudadanos sabiendo que mandaría Albert Rivera quedando ella de reina madre". Pues a mí me parece un puesto muy cómodo, y más a cierta edad.

La Vanguardia dice que "los yihadistas detenidos iban a atentar en Barcelona" y está flipando: "El origen catalán de algunos radicales causa sorpresa". En el editorial hacen un homenaje a los Mossos por detener islamistas, o sea, por hacer su trabajo. Y Pilar Rahola, antislamista de toda la vida, le da por arremeter contra el ministro del Interior por advertir a la fundación de su amigo Angel Colom Nous Catalans que tenga cuidado con a quién ficha. "¿Hace falta que señale con el dedo una fundación que trabaja por la integración de inmigrantes y que es inequívoca contra el radicalismo islámico? ¿Es decente utilizar la lacra mortífera del yihadismo para combatir el soberanismo?". ¿No sería conveniente que visitaras a un psiquiatra?

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