El Mundo dice que el PP siguen dándole vueltas a la cabeza con el aborto. "Gobierno y PP, de acuerdo: 'abortar no es un derecho'". Santiago González no lo entiende. "Pero qué necesidad tenían" de meterse en ese jardín. "Aznar vivió con una ley aprobada por el Gobierno socialista sin incomodidad". La foto es para Griñán saliendo del Supremo. "Griñán: 'Los ERE, una 'barbaridad'; mi conducta, 'irreprochable'". Que a él qué le cuentan, él sólo presidía la comunidad, le dijo al juez.
Federico Jiménez Losantos advierte a Ciudadanos de que "está incurriendo en la fatal arrogancia de todos los intelectuales metidos a políticos, sobre todo los economistas. (…) Criticar el AVE o rescatar el impuesto de Sucesiones son frutos típicos de la arrogancia intelectual de quienes dicen que no son colectivistas pero no renuncian a la legitimidad de serlo". "Dice Garicano que no es rentable el AVE y cabría discutirlo, pero menos rentable es cuidar a los ancianos y no es discutible como deber moral de la nación", razona Federico. "Calcular a ojo el nivel de renta de sus usuarios es una arrogancia de señorito progre que hará a esos usuarios votar a Rajoy". Y "el impuesto de Sucesiones es robar a los muertos tras atracarlos vivos". Vamos, que si tiene pensado una tercera presentación del programa económico, mejor que lo dejen.
El País abre con la declaración de Griñán. "En los ERE no hubo un gran plan, pero sí un gran fraude". "Focaliza en la Consejería de empleo la 'barbaridad' de los ERE". Hoy es El País quien entrevista a Irene Lozano, que dice que "los cambios había que haberlos hecho hace meses, tras las elecciones europeas". O sea, cuando lo sugirió Sosa Wagner y por lo que ella le puso verde tachándole de miserable y no sé cuántas cosas más. La poca vergüenza de esta mujer es que te deja boquiabierto. Y Rosa Díez ha entrado en un episodio de manía persecutoria y "acusa a Ciudadanos de diseñar la estrategia de sus críticos". Como no se cuide esta pobre acaba con camisa de fuerza, al tiempo.
El País le dedica una página a López Aguilar, lo que no hace ningún periódico. "La exmujer de López Aguilar, a la juez: 'Hay agresiones desde 2000'". "El eurodiputado niega los hechos y se declara víctima de una denuncia falsa". Dice la información firmada por Elsa García de Blas que "este periódico trató ayer de recabar su opinión sin éxito". Pues chica, estaría ocupado contándole a alguna tele que su mujer es una borracha y una loca -'ay, mis hijos, mis pobres hijos'- porque lo que es rajar, está rajando por los codos. Parece la Belén Esteban del Congreso.
ABC abre su portada igual que El País. "No hubo un gran plan, pero sí un gran fraude". "El expresidente de la Junta de Andalucía se exculpa y descarga la responsabilidad en sus subordinados". El editorial le reprocha que utiliza una "sintaxis legal del problema como si fuera ajeno, pero el juego de palabras no elimina de la historia de esta trama donde estuvo cada cual, empezando por él, situado en el núcleo duro de las decisiones que permitieron esta malversación a escala industrial con el dinero destino a los parados".
Carlos Herrera se atreve a hablar del caso "espinoso y delicado" de López Aguilar. Para decirle que se siente, macho, pero que "su ley no contempla la presunción de inocencia que ahora reclama justamente el político y su partido, el mismo que ha aplaudido que hasta ahora ocurra lo contrario". Pero se nota que Carlos está de vacaciones, porque anda un poco despistadillo. "De ser inocente se habrá cometido la habitual injusticia que supone exponer a un individuo a un apedreo mediático de notable envergadura, en el que la común ligereza con la que se juzgan determinados casos y la inquina política de quienes se consideran adversarios, no hace sino generar ataques desmedidos e injustos". No, Carlos no, estás equivocado. Verás, ha sido López Aguilar el que se ha montado una sala de prensa en el Congreso de los Diputados, parece que con permiso del PSOE y de Posada pese a no ser diputado nacional, para atender a las teles y poner a caldo a su mujer y amedrentarla con el apoyo de las instituciones del Estado. Aparece con el letrero de CONGRESO DE LOS DIPUTADOS detrás y exige que sólo se haga pública su versión, que la de su mujer no vale nada. No sabes con quién te estás jugando los cuartos, guapa, parece querer decirle a su exmujer con la aquiesciencia de los diputados. Y por cierto, sus adversarios políticos están callados como... pues eso, callados.
David Gistau también flipa con Irene Lozano. "La verdugo del oficialismo que ejecutó a Sosa Wagner con un tono displicente y cruel, la que materializó la purga y el escarnio público del eurodiputado, ahora traiciona al oficialismo porque éste huele a muerto y se postula como el nuevo flamante acta de la regeneración y la pureza". Qué cara, pero qué cara.
La Razón tambien resalta las declaraciones de Griñán. "Niega anteel Supremo haber recibido informes sobre los ERE". El editorial dice que su declaración "parece causa suficiente para dimitir de su puesto de Senador. Dimisión que, además de conveniente para contribuir a la regeneración de la política española, tendría la virtud de facilitarle mucho las cosas a Susana Díaz". Ya te digo, debe estar poniendo velitas a la virgen para que el Supremo lo mande a chirona.
La Vanguardia dice asustada que "los mossos ponen el foco en los conversos yihadistas". Están realmente acojonados. "La República Islámica de Catalunya da más miedo que la República Catalana sin adjetivos", dice Francesc-Marc Álvaro. Pero ¿quién manda a los pijos de los nacionalistas intentar hacerse amigos del islamismo? ¿Por qué no se quedaron quietecitos en sus casoplones de Pedralbes?