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Rato, un "escarmiento público" para la "teleplebe" y una "vendetta partidista"

La prensa lleva en tecnicolor el espectáculo que ofreció ayer el Gobierno como acto electoral: la foto de la detención de Rato.

"Rato detenido por corrupción", dice El Mundo. Casimiro se reafirma en su conclusión de ayer. Esto es el acabose, "el fin de una era". "La imagen de Rato arrestado por la policía quedará para siempre en la memoria colectiva de los españoles". Tampoco te hagas muchas ilusiones, Casimiro, los españoles olvidamos enseguida. "Simboliza el punto de no retorno" y tiene una "relevancia planetaria" que ni Pajín. "Es natural la desolación en el ejecutivo Rajoy". ¿Pero del Rajoy de 'aguanta Luis', Casimiro? "El gobierno ha iniciado el camino demandado por la opinión pública para perseguir de forma implacable a quienes con su actuación socavan nuestros principios de convivencia". No hombre, ya empezó con su actuación implacable contra la infanta y su marido, contra los Pujol...

A Federico Jiménez Losantos le chirría la "operación mediática" con "aval público de Soraya". "La caída de Rato no hace del caído un hombre virtuoso, pero asquea la vileza con que una casta dirigente tan corrupta como el caído halaga los bajos instintos de la teleplebe, haciéndole creer en la venganza a cambio de la justicia y en nombre, oh, de la igualdad. Aquí solo son iguales los caídos. La sucesión de Rajoy empieza decapitando el pasado del PP. La Niñas Asesinas no pararán hasta guillotinar su futuro".

Victoria Prego está muy afectada, la mujer. Hay que ver, un "gobernante honesto, estricto, eficaz y brillante. Un referente político y moral", qué "espectáculo espeluznante". "Qué le va a pasar a España ante este desfile incesante de sinvergüenzas que en su día ocuparon las tribunas de los prohombres". Pues nada mujer, verás como no pasa nada.

El País titula: "Rato, detenido varias horas por fraude y blanqueo de capitales". "Rajoy permite el escarmiento público de quien fue icono económico del PP". Dice el periódico que dicen en Moncloa que Rajoy se mostró muy afectado "personalmente" por lo que le estaba pasando a Rato. Seguro. El presidente, "desde su silencio oficial, está impactado". Lo mismo hasta se le escapó alguna lagrimita. Moncloa quiere así "desmontar la tesis de que se había ofrecido la muy relevante cabeza de Rato para desviar la atención sobre otros asuntos. Esas teorías son un absurdo. ¿Pero qué beneficios puede reportar eso ahora a Rajoy". Pues ya te contesta Ernesto Ekaizer, nada sospechoso de ser amigo de Rato. Fue "una operación anunciada y cuidadosamente preparada", "espectacular", dice. "La pregunta es ¿se justifica? ¿Había indicios de fuga? El Gobierno intenta ponerse la medalla de lucha contra la corrupción. ¿Espectáculo de la justicia o justicia de espectáculo?". El editorial también formula algunas preguntas incómodas. "¿Por qué entre 705 investigados por presunto blanqueo se filtró el nombre de Rato? El ministro Montoro tendría que dar respuesta a esta pregunta, con el fin de descartar que se trata de una vendetta partidista". La próxima vez a ver si disimulan mejor, que se les ha visto el plumero.

Destaca un titular buenísimo sobre la cacicada que perpetró ayer el PSOE en el Parlamento andaluz. "El PP fuerza un duro altercado en el arranque de la legislatura andaluza". Con un par.

ABC: "Rato, detenido". El editorial parece escrito por la mismísima Soraya. "El caso Rato demuestra que en España se cumple el principio fundamental de igualdad ante la ley, que el Estado de Derecho se aplica a todos los ciudadanos con independencia de su relevancia económica o social, sin importar su pasado y sus anteriores responsabilidades". Para mondarse. Ignacio Camacho está que trina con la cacicada de Susana Díaz y la paga con Podemos y Ciudadanos. "Podemos y Ciudadanos han permitido que presida el Parlamento andaluz un responsable de la quiebra de una Caja (...) El regeneracionismo era esto: campo libre para el PSOE, bofetadas para el PP", dice con subidón de peperismo.

David Gistau flipa con la "petulancia " de Pablo Iglesias. "Cree que el Rey necesita que él le explique cómo es el mundo, que además lo haga con displicencia, tirándole un vídeo, hala empieza con esto". "Jiménez Losantos hizo ayer una observación de la que me apropio: cómo va a necesitar recurrir a la ficción para enterarse de qué es un juego de tronos el hombre cuyo apellido es compartido por un decapitado en la guillotina (…) Que sí, hombre, que un rey español cuyo abuelo estuvo exiliado y que no ha hecho en su vida más que cocerse en el caldo de la historia necesita que venga un profesor con falsas veleidades revolucionarias a explicale con un programa de la tele qué son el poder, la política y los juegos a los que juegan los reyes". Si, es que Pablillo es un poco tontaina.

La Razón desvela que "el juez ordenó detener a Rato tras detectar movimientos de capital en el extranjero". ¿Que se iba a fugar? Mira que me extraña. "El cortafuegos del PP: 'que caiga sobre él todo el peso de la ley'". Yo, como Gistau, me apropio de Federico. ¡Que le corten la cabeza! Marhuenda dice que hay que ver cómo se pone la peña por nada, que "la investigación abierta contra Rato está dentro de la normalidad. Y así debe ser". Pilar Ferrer arroja luz sobre uno de los misterios más comentados en la vida de Rato. Por qué se largó a la francesa del FMI. "Se aburría en la capital federal norteamericana". Vaya, hombre. ¿Y nadie le dijo que se comprara un mono?

La Vanguardia dice muy sincera que "la fiscalía actúa con rapidez a instancia del Gobierno". Pues no nos queda más que decirle al gobierno que la actuación ha quedado muy resultona. Mis felicitaciones al policía que agachó la cabeza de Rato. En Hollywood tiene un carrerón.

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