El Mundo dice que el niño oía voces: "Tengo que matar a más". "Sufrió un brote psicótico, según la Generalitat". Dice el editorial que quede claro que es "un caso aislado y puntual", que "no existe alarma social con relación a la violencia de esta intensidad en los menores de 14 años, ni una frecuencia elevada que justifiquen una reforma de la legislación para rebajar la responsabilidad del menor". La consejera de Educación dijo ayer que era un broté psicótico así que punto pelota. "Resulta pertinente, pues, rechazar cualquier otro tipo de elucubración sobre las causas que le llevaron a cometer un crimen tan truculento". Aunque luego dice que "los trágicos hechos deberían servir para alertar sobre la necesidad de reforzar la educación en el ámbito de la tolerancia, así como la manera con la que hemos interiorizado la presencia de la violencia en nuestra sociedad". E "intensificar el control de los niños en el acceso" a Internet. Ya me has liado, Casimiro. ¿En qué quedamos? ¿Es el acto aislado de un perturbado mental o tiene que ver la educación y la sociedad?
El suceso ha distraído la atención sobre Rato, pero no del todo, que no se haga ilusiones. "El marido de Teófila Martínez preside una de las sicav de Rato", dice El Mundo. Jorge Bustos analiza si Rato es un ser humano normal de los que busca Rajoy y llega a la conclusión de que no, para nada. "Lo prueba el instinto carroñero de los medios, que nunca se equivoca: donde se reúnen, hay cadáver". Y seguro que sabe bien de lo que habla. Raúl del Pozo tranquiliza al PP, que está de los nervios. "Si hay fuga masiva de votos del PP en las próximas elecciones y castigo electoral a los partidos y a los políticos corruptos está por ver. El voto de castigo solo es practicado por la minoría" y "la contradicción entre el discurso y el comportamiento es muy fuerte en España", dice como un eco de Rajoy.
García Abadillo editorializa sobre las revelaciones que ha traído un opositor venezolano sobre Podemos. Como sospechaba, "la cúpula de Podemos es un equipo de profesionales de la política que ha vivido de su actividad de proselitismo del régimen chavista de Venezuela". Si ya se veía venir, "los líderes de Podemos son lobos con piel de cordero". Se notaba en "la ausencia de concreción de sus propuestas maximalistas, la falta de tolerancia hacia las críticas y la semántica política beligerante. Pero más elocuentes son los hechos, como su negativa a condenar la represión o el pago de 425.000 euros a Monedero sin que se sepa todavía por qué. Mal que les pese, ese dinero solo tiene una explicación". ¿Y dónde está entonces la piel de cordero? Porque visto así son lobos con colmillos de lobo.
El País dice que "el crimen de Barcelona eleva a un nivel insólito la violencia escolar". Pero el editorialista no ha debido de leer el titular y va a su bola. "El suceso se produce después de episodios de violencia contra profesores", pero "de confirmarse un trastorno mental, lo ocurrido quedaría relativamente fuera de esta problemática".
"Crítica en el PP a la gestión del caso Rato por parte del Gobierno", es otro de sus titulares. Ernesto Ekaizer cree que la operación tiene dos objetivos. "Montar un espectáculo perp walk neoyorquino, es decir, el paseíllo a que se somete a los perpetradores después de su arresto para que los periodistas inmortalicen el acontecimiento; y, acto seguido, filtrar el contenido de la denuncia (…) Una operación limpia". Reluciente, les ha salido bordada.
ABC abre su portada con el juez Garzón. Sí hombre, aquel al que echaron hace un porrón de tiempo. "Garzón, de cacería con la Púnica". "El exjuez participó en 2003 en una montería organizada con todo tipo de lujos por una de las mayores constructoras implicadas en la rama de corrupciones". ¿En 2003? Rabiosa actualidad, sí señor. Darío Valcárcel le echa una mano a Rato. "Hoy no conocemos los delitos de que se acusa a Rato. También desconocemos por qué la Agencia Tributaria optó por este espectáculo. Promovido desde no sabemos donde" y que quede claro que "España no estaría hoy en el euro sin el trabajo de RR". Desagradecidos.
La Razón dice que "Podemos asesoró a Maduro para criminalizar a la oposición". Marhuenda da la bienvenida a los venezolanos que se han molestado en volar a España para ayudarnos "a esclarecer el origen boliviariano de Podemos y la verdadera naturaleza ideológica de la formación".
Editorializa, como todos hoy, sobre el suceso de Barcelona. "La conmoción social que produce un niño asesino reabre el debate sobre la responsabilidad penal". "Ciertamente, en un ambiente social como el actual, donde los menores están plenamente expuestos a todo tipo de estímulos externos para los que aún no están suficientemente formados, la inestabilidad mental cristaliza, excepcionalmente, en crímenes precoces. Pero por su misma naturaleza, no parece que reducir la edad penal sea por sí sola la panacea que se precisa para prevenirlos".
"Estupor por la muerte de un profesor a manos de un niño", dice La Vanguardia. Otro que tampoco quiere buscar culpables, que eso sería "propio de sociedades poco maduras". El tema de la edad penal de los menores "es un asunto que no está en estos momentos en discusión en España". Y además lo de ayer "no tiene nada que ver con el fenómeno de las agresiones a los maestros y a los alumnos relacionados con la integración social de los estudiantes", es un "hecho aislado". Pero Pilar Rahola que es una inmadura va y se pone a buscar culpables: "¿Nadie se dio cuenta de su gusto desmesurado por la violencia? ¿Las amenazas que hacía en su propio instituto no movieron a ninguna alarma? Un niño que demuestra un gusto tan agudo por la violencia, ¿nadie lo detecta, avisa, previene? ¿Nadie vio nada?". Rahola, Rahola, qué infantil eres.