Si en Podemos pensaban que la salida de Juan Carlos Monedero no iba a levantar polémica estaban muy equivocados. La marcha del número tres del partido y sus críticas a la estrategia de "moderación" que está llevando a cabo la formación, han hecho que se escuchen con más fuerza las exigencias de la corriente más crítica de Podemos, que reclaman, al igual que hizo él en la entrevista que precipitó su salida, "una vuelta a los orígenes de Podemos".
La guerra iniciada en Vistalegre entre la corriente oficialista y la crítica se recrudece y lo hace con más virulencia de la que tenía cuando comenzó. Y en esta batalla, algunos han cambiado de bando. Juan Carlos Monedero, que en la asamblea fundacional del partido estaba con Iglesias, Errejón y Bescansa, ahora, ha adoptado el discurso de los más críticos y ha pedido una vuelta al 15M.
Lo que ha dado pie a que el ala más izquierdista del partido, la del grupo de los anticapitalistas, donde se encuentran, entre otros, el eurodiputado Miguel Urbán, Teresa Rodríguez o Pablo Echenique, se vea mas reforzada para levantar una vez más la voz y pedir un cambio radical en un Podemos que consideran que se está transformando en una partido "de la casta mas pura" .
Errejón, el culpable
En este sector de la formación ven a un culpable claro de esta "moderación" que esta intentando llevar a cabo Podemos: Iñigo Errejón. Al que también achacan parte de la culpa de la salida de Monedero. Dicen que está apoyado por Iglesias que " en estos momentos también está intentando virar al centro".
Los anticapitalistas no sólo piden que se frene esta estrategia de moderación, quieren que se cambie por completo la estructura organizativa del partido. Algo que llevan meses pidiendo pero que, con las críticas de Monedero, se han visto mas respaldados."No queremos postulados socialdemócratas de los países nórdicos", explican a LD.
Estas críticas no se hacen solo de forma interna, ya se han publicado diversos artículos y hasta la líder andaluza de Podemos admitió en una entrevista en la Cadena SER que la marcha de Monedero "es la expresión de desatar unas diferencias que puede haber dentro del órgano" de dirección.
Rodríguez lo explicó con claridad: "Hay una discusión desde la formación de esta fuerza política entre dos caras, una relacionada con la movilización, con las plazas, con los espacios del 15-M; y otra, la voluntad para construir una herramienta electoral".
Rodríguez reconoció que es difícil no convertirse en "casta" cuando se cruza la puerta de una Cámara: "Las instituciones tienen una capacidad de absorción de la rebeldía y de la voluntad de cambio muy potente".