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Susana Díaz fracasa por tercera vez en la votación de su investidura

No hay fecha para la próxima votación, por lo que previsiblemente será tras el 24-M

Susana Díaz ya ha batido el récord de tardanza de candidato alguno en ser investido como presidente de la Junta de Andalucía y puede que lo bata extensamente si, como es previsible, la próxima votación, que será la cuarta, tiene lugar más allá del 24 de mayo. A las once de la mañana de hoy, el resultado ha sido el mismo que la de las dos votaciones anteriores: 62 noes y 47 síes. La nueva votación no tiene fecha fija, pero la presidencia del Parlamento no ha contado con la mesa del parlamento para determinarla.

Desde el pasado 5 de mayo, el PSOE de Andalucía y su candidata Susana Díaz han sido incapaces de mover ni un solo voto en dirección a la investidura. Es más, es una operación que se le ha complicado, sobre todo, a partir de la explosión del caso Minas de Aznalcóllar. El PP suspendió su negociación ayer hasta que la propia Susana Díaz dé explicaciones en el Parlamento sobre el nuevo caso de corrupción, Podemos ya había anunciado el desacuerdo el día antes y Ciudadanos, junto con IU, también.

Si a ello unimos la inminente imputación en el caso Marismas de José Luis Sánchez Teruel, secretario general del PSOE de Almería y hombre de confianza de Susana Díaz, que conllevará la petición de la oposición de renuncia al acta de diputado por ser promesa electoral de la candidata, el panorama se espesa cada vez y parece dirigirse hacia unas nuevas elecciones.

La esperanza del PSOE ya está en el conocimiento de los resultados electorales de las elecciones municipales y autonómicas del próximo día 24, fecha en la que se conocerá el ámbito y la envergadura nacional de las negociaciones, pero desde ese momento el centro de gravedad de las mismas se desplazará desde Andalucía al plano nacional.

El problema para Susana Díaz crece porque, por una parte, las situación de inestabilidad merma considerablemente su prestigio en el conjunto de España al ser una inestabilidad producida por la convocatoria anticipada de elecciones que ella misma decidió. Crece además porque su figura va siendo orillada por la presencia cada vez más nítida del actual secretario general, Pedro Sánchez, como candidato en las primarias socialistas para optar a la presidencia del gobierno. Por último, crece asimismo porque cada vez serán mayores las exigencias de los grupos de la oposición. A las actuales, habrá que sumar una comisión de investigación sobre el caso de la concesión de la Mina de Aznalcóllar y la exigencia de dimisión o renuncia al escaño del secretario del PSOE de Almería.

Aun se le podría complicar mucho más si persiste el NO a su investidura hasta el 5 de julio, fecha reglamentariamente tope para obtenerla. A partir de esa fecha se convocarían por razones estatutarias nuevas elecciones en Andalucía. Pero dicha situación cogería con el pie cambiado a una Susana Díaz en pleno proceso de parto y con la celebración de las primarias socialistas en el mes de junio.

Dichas nuevas elecciones tendrían que celebrarse como mínimo en septiembre, dado que el reglamento del Parlamento andaluz no las permite en agosto, dilatando aún más el proceso y alcanzándose así casi ocho meses de inestabilidad institucional en Andalucía.

La inexplicable tercera votación que acaba de tener lugar hace unos minutos en el Parlamento andaluz - dado que se conocía previamente el resultado al no cambiar ninguna de las variables -, ha hecho sospechar a Izquierda Unida el intento de "teatralizar" por parte de un PSOE que pretende responsabilizar a la oposición de la situación que se vive en Andalucía.

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