El Consejo General de Ciudadanos, en su primera reunión después de las elecciones del 24-M, ha aprobado este sábado que el partido concurra a las elecciones generales y también a las catalanas. Un trámite que abre el camino para la configuración de las candidaturas, el reto organizativo más importante de la formación naranja en sus diez años de historia. El 4 de julio se celebrarán las primarias para los cabezas de lista, por lo que en las dos próximas semanas Albert Rivera, que este viernes reconocía tener ya "tomada" la decisión, anunciará su candidatura a las generales, como viene informando Libertad Digital.
Para las catalanas, hay cada vez menos dudas de que Inés Arrimadas, nombrada este viernes nueva portavoz del partido en el Parlamento regional, será la cabeza de lista. Ciudadanos pretende reforzar esa candidatura con un número dos independiente, alguien representativo del constitucionalismo catalán, para lo que ya se han realizado algunas gestiones.
Rivera tenía decidido hace meses dar el definitivo salto nacional en su carrera, aunque ha esperado a que se completara el calendario electoral, con las andaluzas de marzo y las autonómicas y municipales de mayo, que además le han permitido calibrar la verdadera fuerza electoral de sus siglas. Ciudadanos perdió la batalla de los emergentes frente a Podemos, al que no pudo superar en ningún territorio, aunque tras las urnas su papel en los pactos ha sido más relevante y diverso, apoyando gobiernos del PSOE (Andalucía) y del PP (Madrid, Murcia o La Rioja).
La elaboración de las listas para las generales es uno de los asuntos al que más atención pone ahora el líder de Ciudadanos. Rivera no quiere fallos ni sorpresas desagradables como las que se vislumbraron en las municipales. Pretende rodearse de un equipo muy sólido para su desembarco en el Congreso de los Diputados, donde su intención es dar una imagen de renovación total de la política incluso en las formas. En los últimos años ha insistido, en público y en privado, que no puede ser que un parlamentario no esté capacitado para pronunciar un discurso sin papeles en la tribuna de oradores. Su idea es configurar un grupo parlamentario con figuras notables de dentro y fuera del partido. Se cuidará especialmente la figura del número uno por Barcelona, una de las circunscripciones donde se espera obtener mejor resultado. Le preocupa también quienes serán los asesores de ese grupo parlamentario, para lo que piensa en perfiles técnicos alejados de las siglas políticas.