José Ignacio Wert podría convertirse en el nuevo embajador de España ante la OCDE, organismo que tiene su sede en París. El presidente, al menos, dejó abierta la puerta tras su relevo al frente del departamento de Educación, Cultura y Deportes. "No hay ninguna decisión tomada", esquivó desde Bruselas. Montserrat Gomendio, la pareja sentimental de Wert, se fue a trabajar recientemente a la OCDE.
En el Gobierno, no habrá más ajustes que la salida de Wert y la llegada de Íñigo Méndez de Vigo a su antiguo puesto. "No hay ninguna razón que lo justifique", zanjó, a pesar de que el PP ha especulado durante semanas sobre una crisis profunda que afectara, incluso, a Soraya Sáenz de Santamaría. "No tengo intención de hacer ninguna remodelación" porque, argumentó, las políticas "están funcionando".
De hecho, Rajoy dejó entrever que ni tan siquiera habría sustituido a Wert, amigo desde hace años. "Lo he cambiado por razones personales" que le transmitió "hace tiempo". Y elogió al nuevo ministro, también de su entera confianza. "Tiene los suficientes méritos, entidad y categoría", destacó en comparecencia de prensa al término del Consejo Europeo. Sólo horas antes, le acompañaba como miembro de la delegación española al ser el secretario de Estado para la UE.
Más dificultades tuvo para explicar el formato del anuncio: a las diez de la noche del jueves, mientras se celebraba una decisiva cumbre europea con él como participante, y través de un breve comunicado de tres párrafos. Un ajuste de tapadillo perfectamente calculado, según reconocen las fuentes consultadas, para restarle toda importancia. El propio Rajoy no sacó el tema hasta que le preguntaron los informadores.
"Todo es opinable", dijo Rajoy, consciente del revuelo en las redes sociales por las formas del Ejecutivo. El presidente justificó que no fuera él quien informara de la cuestión en rueda de prensa en que ya había usado "un comunicado" en el caso de Miguel Arias Cañete. "Es el procedimiento normal que se hace en muchos sitios. Lo he hecho en ocasiones anteriores", afirmó.
"Si quiere usted, a partir de ahora, lo haré a las doce de la mañana" pero "uno tiene los horarios que tiene", se permitió afirmar socarrón. Y aún añadió: ""Si alguien se ha sentido molesto por mis horarios, lo siento y le pido que me disculpe, pero realmente no me parece el tema más importante de la historia".
Ante la insistencia de los periodistas, Rajoy se limitó a destacar que "las decisiones se van madurando y se toman antes de hacerlas públicas". Tanto a Méndez de Vigo como al Rey les informó en el transcurso del Consejo. "No tiene sentido hacer análisis sociológicos o psicológicos sobre este asunto", remató sin querer dar más detalles.