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Tertsch pone a Tsipras en evidencia y Europa manda al griego a hacer gárgaras

Básicamente, la prensa cuenta que Europa está hasta la coronilla de Grecia y ha mandado a Tsipras a tomar viento fresco.

Básicamente, la prensa cuenta que Europa está hasta la coronilla de Grecia y ha mandado a Tsipras a tomar viento fresco.
Merkel y Tsipras | EFE

El Mundo dice que "Tsipras mantiene el órdago". Bueno, de momento, este hombre improvisa tanto que cualquiera sabe. "Se aferra al referéndum e insiste en pedir el 'no', horas después de aceptar un acuerdo con el Eurogrupo". ¿Hay algún psiquiatra en la sala? Es una urgencia. Dice el editorial que Tsipras "parece haber caído en una esquizofrenia que dificulta encontrar una salida razonable al atolladero en que están atrapados los griegos", porque claro, con los esquizofrénicos es muy difícil razonar. Se les medica y punto pelota. "Fatigado y desesperado", el líder de Syriza "conduce un coche sin frenos camino de un precipicio y quiere que Europa salga en su auxilio sin reconocer que cometió un error al acelerar en dirección al abismo". "La Unión Europea no debe entrar en ese doble juego y Angela Merkel hace bien al rechazar el chantaje de Syriza". Que le socorran los podemitas españoles. "La esquizofrenia de Tsipras no solo imposibilita buscar una solución para Grecia sino que, además, es una amenaza para el país. El líder de Syriza no quiere ver que Europa no salvará a Grecia a cualquier precio. La UE puede negociar pero no amedrentarse ante el órdago de Atenas". Más bien se inclina por mandarle a freír espárragos.

También da a bombo y platillo El Mundo la "rebelión regional contra el dedazo" de Pablo Iglesias. A ver lo que dura esa gran rebelión. Todo el mundo, Teresa Rodríguez también, sabe quién manda aquí.

Y dice Raúl del Pozo que le ha dicho una "estrella de las tertulias" que "en la tele, cuando sale el tema de Cataluña, bajón total". Todo el mundo se lanza al mando para cambiar de cadena.

Pues podía haberlo dicho antes, porque El País desafía al quiosco con esta apertura: "El PSC renuncia a la propuesta de una consulta soberanista". Uf, qué rollo. La segunda noticia más importante en portada es que "Cuba y EEUU abren embajadas". Y a Grecia la envía a una columnita y deja las tortas para el editorial. Alguna le cae al Eurogrupo por falta de "ductilidad". También alguna le estampa en la cara a Juncker por su escasa "imaginación y empatía". Pero las más gordas se las lleva Tsipras. "La escasa flexibilidad del Eruogrupo se comprende, dada la extraña conducta -por decirlo suavemente- del primer ministro griego. Primero amagó con aceptar a la desesperada la oferta de Europa. Inmediatamente pidió en su lugar un tercer rescate y antes de recibir la última respuesta ya usó el primer recelo de los socios para cargar contra ellos y almacenar la pólvora del enfrentamiento para el referéndum". Dice El País que "estos juegos de salón" tiene muy cabreadas a las otras democracias europeas que pagan los rescates. "Y revelan también un tacticismo frívolo en el dirigente de un estado cuyos ciudadanos apenas pueden sacar dinero de los cajeros. Qué triste". Sí, para echarse a llorar sin parar.

Sobre los problemillas de Podemos nos ilustra hoy Juan Carlos Monedero. No se quejarán del diario de Prisa, últimamente parece el órgano de difusión oficial de los podemitas. Dice Monedero que dejen de dar la lata con las primarias, que aquí se trata de llegar al poder. "Necesitamos mantener la tensión entre el aparato electoral y la ilusión ciudadana" y para eso "hay que encontrar candidatos que representen la voluntad ciudadana" y "evitar advenedizos". Y mirad, chicos, el líder es Pablo Iglesias, dejaos de niñerías. "La ruta del cambio de Pablo Iglesias va en dirección correcta". Dejadlo en sus manos, podemitas del mundo, él os guiará.

ABC dice que "Tsipras convierte a los griegos en rehenes de su chantaje a la UE". "El Eurogrupo corta los puentes con el Gobierno populista griego". Dice Bieito Rubido que "el primer ministro griego sigue jugando con fuego" y generando una "inasumible espiral de confusión", tras la que lió ayer. "Merkel tiene razón", sentencia. Tsipras "ha protagonizado tantos desplantes que ha convertido en tarea imposible confiar en él". "Europa está dispuesta a negociar, pero no sobre más mentiras ni tacticismo falaz, sino sobre compromisos sólidos. Tsipras, intransigente y desnortado, conduce a la desesperada a Grecia a un punto de no retorno que nadie desea", dice con la boca chica.

Y es que Europa está hasta el gorro del griego. "Desengañada y decepcionada, Europa da media vuelta, se retira a sus cuarteles de verano y se dispone a esperar a que el pueblo griego decida este domingo sobre no se sabe qué". ¿Quería referéndum? Pues hala, hala, a votar. "Tras la prudente y cortés retirada de Europa, Tsipras juega ya contra sí mismo". Hermann Tertsch, que anda por tierras helenas, desenmascara al mandatario griego. Que nada de esquizofrenia. Resulta que tras mandar dos cartitas seguidas a Bruselas "estudiaba suspender el referéndum al mínimo guiño de los acreedores. Pero no hubo tal gesto. Angel Merkel desbarató estos planes con su declaración de que Europa es fuerte y esperará hasta después del referéndum". Que para demócrata ella. Y el otro, compuesto y sin novia, "se enfrenta a su propia estrategia que amenaza con volverse contra él".

La Razón dice que "Tsipras eleva el chantaje y pide el 'no' masivo en el referéndum". "El Eurogrupo no negociará con Grecia hasta la votación del próximo domingo". En resumen: "Tsipras quiere pacto con referéndum y Europa dice no". Primero referéndum y de pactos hablamos después, listillo. Marhuenda le da una buena tunda a Tsipras por su "paladina confesión" de que "el referéndum es para presionar a la UE". Merkel entonces le dijo: estás patinando, chaval, "Europa es ahora mucho más fuerte". Y lo es porque todo quisqui se ha comido marrones. "Han terminado con éxito los rescates de Irlanda y Portugal. Incluso potencias económicas como Francia e Italia están llevando a cabo los programas de reforma y reequilibrio del gasto público". Así que si Grecia quiere continuar en el euro ya sabe lo que tiene que hacer. "Aceptar que no hay otro camino que el que han seguido Portugal, Irlanda y España y están emprendiendo Francia e Italia: sanear las cuentas y racionalizar el funcionamiento del Estado". Y si no, ya saben dónde está la puerta. Menos lloriqueos y a currar.

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