"Estoy alucinado". Así expresaba en Es la tarde de Dieter de esRadio el torero Manuel Díaz el Cordobés su estupefacción tras conocer que el Ayuntamiento de La Coruña, gobernada por la marca blanca de Podemos, Marea Atlántica, pretende suspender un evento taurino previsto para agosto. El alcalde, Xulio Ferreriro, anunció ayer que rescinde el contrato para celebrar la feria taurina por razón de interés público.
El Cordobés mostró su indignación a Dieter Brandau en esRadio. "Es hambre de poder a toda costa sin escuchar a los ciudadanos. Se están saltando las normas a la torera, sólo valen las de ellos y a los demás que nos den", dijo visiblemente enfadado.
No obstante el torero no pierde la esperanza de poder parar el desaguisado del alcalde podemita. "Las cosas no se pueden hacer así, no se puede avasallar. Pero van a poner todos los impedimentos".
Recordaba el Cordobés que los toros son el segundo espectáculo de masas en España. "Una minoría no puede querer dominar a una mayoría. Ellos buscan el poder sin contar con la gente a favor de la fiesta. Además de la cultura, la tradición, la poesía, la pintura, están los puestos de trabajo que da el mundo del toro", dijo. Los de Podemos "son especialistas en cargarse cosas y agravar los problemas".
Y avisa de que "para calmar las ansias de unos pocos van a causar perjuicio a muchas familias. Desde el que pone banderillas hasta el que vende almohadillas en la plaza. Se cargan una empresa y no pasa nada".
Según el Cordobés no se puede ir en contra de la realidad de que a mucha gente le gustan los toros. "No me centro en Podemos. Todos los partidos políticos buscan su beneficio y es muy fuerte mandar al paro a la gente quitando los toros. El toreo no es sólo la muerte de un animal. Que visiten un matadero", recomendó. "Que al que no le gusten los toros no vaya, pero que no los prohíban", añadió.
Contó Manuel Díaz, cuya mujer es venezolana, que en una ocasión Pablo Iglesias le dijo que no le gustaban los toros. "Ni a mí los chavistas", le espetó el torero. A el Cordobés le preocupa que España termine como Venezuela. "Terminaremos siendo la segunda Venezuela", auguró, "no puedes ni andar por la calle. Mis hijos no pueden visitar a sus abuelos porque vas asustado".