El conductor del autobús siniestrado este domingo en un túnel a las afueras de Lille (Francia) admitió haberse fiado del GPS sin prestar suficiente atención a la ruta, dijeron a Efe fuentes oficiales.
El hombre, nacido en 1956, aseguró durante su interrogatorio ante la Fiscalía de Lille, que ha abierto una investigación por "heridas involuntarias", haber confiado en la dirección marcada por el sistema de GPS del vehículo.
La dirección por la que le llevó ese dispositivo le hizo pasar a la altura del municipio de La Madeleine por un túnel demasiado bajo, de 2,6 metros de alto, que cercenó el techo del vehículo y lo dejó incrustado en mitad de ese pasaje.
Además, la Policía sospecha que el chófer, que seguirá detenido hasta el mediodía de este lunes, conducía a una velocidad superior a los 70 kilómetros permitidos en ese área.
44 viajeros llegarán a Bilbao
Por otro lado, un equipo de intervención especializada del Gobierno Vasco formado por psicólogos y personal del Servicio Vasco de Salud, entre otros profesionales, recibirá este lunes en Loiu a los 44 jóvenes vascos que viajaban en el autobús.
El accidente ocurrió sobre las cinco y media de la mañana del domingo, cuando un autobús en el que viajaban 53 estudiantes vascos, dos conductores y cuatro acompañantes quedó "decapitado" e incrustado en mitad un túnel de techo demasiado bajo de la ciudad francesa.
Un total de 44 viajeros del autobús que resultaron ilesos, o que han recibido ya el alta médica, llegarán al aeropuerto de Bilbao a las 15:20 horas, donde serán atendidos por psicólogos y profesionales, que también estarán a disposición de sus familiares.
El resto de viajeros permanece ingresado en hospitales franceses, pero no se teme por la vida de ninguno de ellos, según ha precisado el Ejecutivo autonómico, cuyo portavoz, Josu Erkoreka, ofrecerá este mediodía en Vitoria la última hora sobre el accidente tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno.