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Temblor de piernas en 'La Vanguardia': "Sí, claro que tengo miedo"

La oleada de inmigrantes a Europa y Cataluña marcan la prensa en estos últimos días de agosto.

El Mundo anuncia la vuelta del demonizado ladrillo. "La construcción crece ya a niveles premios al boom". Sobre Cataluña titula que "Junts pel Sí promete una Cataluña sin recortes ni corrupción gracias a Mas". Hasta aquí se oyen las carcajadas. Casimiro García Abadillo me lo confirma, en El Mundo se lo están pasando pipa. "La precampaña de las elecciones catalanas nos está deparando los momentos más chispeantes del final del verano (...) El paroxismo victimista que nos brindan algunos líderes independentistas da a la vida política española un cierto toque naif, incluso divertido". Sí, es la monda.

El País denuncia una zapaterada del PP. "El relevo en las autonomías saca a a la luz una deuda impagable". "Los gobiernos que cambiaron de partido tras las elecciones critican la herencia fiscal que les deja el PP". Donde las dan las toman. El editorial dice que Mas y Rajoy son tal para cual. A Mas le atiza por el mitin que se ha montado en el parlamento catalán la semana que viene. "El debate es ahora de qué forma puede expresarse el reproche con mayor eficacia. Mas merecería una protesta exteriorizada como boicoteo". Pero eso es lo que ha propuesto García Albiol, así que "seguramente es más pedagógico aprovechar la oportunidad de intervenir para denunciar con argumentos el ventajismo con el que actúa al utilizar el Parlament de todos para un fin partidista". ¿Y desde cuándo le interesan a Mas los argumentos? A Rajoy le cae por debatir los presupuestos en agosto. "Al aprobarse los que ahora se tramitan se condiciona la política del próximo gobierno. Lo cual sería coherente si fuera seguro que va a ser del mismo signo político que el actual. Pero no se sabe si lo será y de momento el condicionante presupuestario actúa a favor de que lo sea". No sé yo si los votantes han seguido atentamente el debate de presupuestos desde la playa.

ABC abre con una "Europa desbordada por el éxodo masivo de inmigrantes". Álvaro Martínez habla de la que se hubiera montado en las teles zurdas si Carmena hubiera sido del PP. "Una estruendosa tamborrada de críticas le estaría cayuendo a un alcalde o alcaldesa del PP, esa derecha 'capitalista,liberticida y esencialmente fascistas', si recién concluidas sus vacaciones oficiales una empresa privada le pagase viaje y estancia de ocho días en Argentina para sus cosas. Pero Carmena no es del PP y por tanto su amable ágora mediática está más callada que en misa". José María Carrascal no quiere mirar a nadie por la paliza a la militante de Vox, pero "en un curso de verano en medio de Castilla, Pablo Iglesias comentó a los asistentes que sería mejor que, en vez de hablar de teatro, como estaba programado, podían ir a romper la cara a los fascistas que había en la ciudadanía. A Inmaculada Sequí ya se la han roto". ¿Será una pista para la policía?

La Razón dice que "los soberanistas agitan la calle y las redes por la falta de apoyo". Pilar Ferrer nos cotillea de qué hablaron Rajoy y Duran. "Durán, a Rajoy y Sánchez: 'La solución es una consulta legal'". Lo flipante es el repentino apoyo del periódico de Marhuenda a este referéndum. "Dialogar frente al bloque soberanista que se niega a ello. Y consulta legal que garantice una votación de los catalanes en el marco jurídico del Estado sin rupturas ilegales". ¿Pero no teníamos que votar todos los españoles? ¿Pero no quedamos en que ese tipo de referéndum no tenía cabida en nuestra Constitución porque la soberanía pertenece a todos y Cataluña no puede decidir sola? "Fuentes de Moncloa y de Ferraz admiten que, en estos momentos, Unió es el partido catalanista que garantiza sensatez y diálogo para el encaje de Cataluña en España", dice Pilar Ferrer. ¿Y por qué se puede hablar con Duran, que propone un referéndum pactado en Cataluña, y con Mas no, que proponía lo mismo? "En opinión de Duran, tras el 27-S, solo hay dos salidas. Sentarse a hablar y arbitrar una consulta legal que zanje el conflicto". Vamos, un referéndum. Pues para este viaje no necesitábamos alforjas. Ussía, bastante enfadado, se solidariza con la chica de Vox agredida. "Los que no votamos al PSOE, a Podemos, a IU y a los partidos separatistas, somos fascistas. Los fascistas, más de veinte millones, no tenemos derecho a nada (…) Nos pueden pegar con la inmunidad moral de las bestias que ha emergido de los sótanos del sistema político más inhumando y genocida de la historia de la humanidad. Van por tí estas líneas, Inma Sequí".

En La Vanguardia a alguno le empiezan a temblar las piernas. "Si ganan los partidarios de la independencia, entraremos en "territorio desconocido", dice Ignacio Martínez de Pisón. "Pero no todo serán incertidumbres en caso de victoria independentista. Tengan la seguridad de que, al día siguiente de la eventual declaración de independencia, Rajoy no vendrá a hacer entrega de las llaves de los edificios de titularidad estatal ni organizará una fiesta de bienvenida junto a los otros veintisiete presidentes de la UE. Eso no es una incertidumbre: eso es una certeza". Y se imagina una Cataluña muy independiente, sí, pero "incapacitada para acceder a cualquier fuente de financiación, carente de reconocimiento internacional, excluida de la ONU y de la UE. Un Estado fallido, en definitiva". Es consciente, el pobre Pisón, de que "a estas alturas del artículo estarán pensando los lectores independentistas", esos a los que ha alentado tanto La Vanguardia, "¡otro unionista atizando el discurso del miedo! Pues sí, claro que tengo miedo". ¿Ahora nos entra el canguelo? Pues ya sabes, Pisón el que juega con fuego...

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