La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), la asociación profesional con más representación en el Consejo de Personal del Instituto Armado, y que aboga por la desmilitarización del cuerpo y la fusión del mismo con la Policía Nacional, ha anunciado este miércoles que volverá a convocar una nueva manifestación de guardias civiles, algo prohibido por el régimen disciplinario, el próximo mes de noviembre en Madrid.
El secretario general de la asociación, Alberto Moya, ha dicho este miércoles que "el Consejo de Personal de la Guardia Civil no está solucionando los principales problemas" que hay en la institución, donde hay "un conflicto interno que se desatiende de forma irresponsable", mientras el director general, Arsenio Fernández de Mesa, "sigue prometiendo que va a solucionar unos problemas que no ha solucionado en estos cuatro años".
"Hay un descontento general en toda España. Tenemos una Ley de Personal atrasada, se ha llevado a cabo una remilitarización y se nos aplican leyes mordaza para intentar callarnos. Percibimos cansancio y hartazgo en la Guardia Civil", ha explicado, tras lo que se ha dicho que el anuncio de esta nueva movilización "ha inquietado a la Dirección General y a otras asociaciones amarillas -próximas a la dirección del cuerpo-".
La asociación ha especificado que el acto se celebrará el próximo sábado 14 de noviembre y que, si cuentan con la autorización pertinente, intentarán rodear de forma ordenada y pacífica el edificio de la Dirección General en la madrileña calle de Guzmán el Bueno, como ya hicieron hace un par de años, en una "marea de tricornios". Lo que no quisieron responder es si en esta protestas se volverán a ver guardias civiles de uniforme, algo que ya sucedió en otra protesta de AUGC.
Moya ha explicado que la convocatoria se anuncia con tanto tiempo de antelación para dar un margen a la Guardia Civil a solucionar algunas de las exigencias de la asociación en el caso de que tuviesen una voluntad real de hacerlo. La prioridad principal en estos momentos, según han explicado, sería la aprobación de un régimen de turnos que permitiese a los guardias civiles saber su horario de trabajo con al menos diez días de antelación.