La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, propagó este martes en todos los medios de comunicación que se sentía perseguida por el Partido Popular y por Ciudadanos, que la sostiene en el cargo, por haber decidido su comparecencia en la comisión parlamentaria de investigación sobre el caso de la formación. Pero no dijo la verdad.
En su argumentación, Susana Díaz adujo que la persecución se deriva de que el período de investigación no coincide con su presidencia porque sólo va desde 2002 a 2011. Es sabido que ella fue nombrada consejera de Presidencia por el entonces presidente José Antonio Griñán el 6 de mayo de 2012 y que luego fue presidenta de la Junta de Andalucía. La falsedad deriva de que lo que ha aprobado el Parlamento andaluz es una comisión de investigación para investigar la corrupción y el fraude de los cursos de formación desde 2002 a la actualidad.
Investigar desde 2002 a la actualidad es lo que aprobó precisamente el PSOE de Andalucía, que apoyó la propuesta de Ciudadanos. De ese modo, si alguien persigue a Susana Díaz son los propios actos de su partido.
Vean el documento colgado en la web del Parlamento andaluz por la presidencia, que, como saben, recae en el socialista Juan Pablo Durán Sánchez:
Según Díaz, algunos pretenden dañar al adversario y no buscan la verdad. Naturalmente, Ciudadanos despeja sus dudas sobre su comparecencia en la Comisión "por razones electorales" interviniendo el propio Albert Rivera para aclarar la ambigüedad de su secretario general andaluz, Juan Antonio Marín Lozano.
Respecto al PP andaluz, Susana Díaz se mostró interesada en conocer si apoyarán lo mismo en Valencia, Galicia o Madrid.
Independientemente del texto parlamentario, Susana Díaz siempre ha tenido cargos relevantes en el PSOE andaluz y en las instituciones desde el principio de la década del 2000. De hecho, en 1997 fue elegida secretaria de Organización de las Juventudes Socialistas de Andalucía. En las elecciones de junio de 1999 fue incluida en la lista del PSOE al Ayuntamiento de Sevilla y resultó elegida concejala de Juventud y Empleo y de Recursos Humanos, o sea, formación.
Luego fue diputada por Sevilla en el Congreso de los Diputados entre 2004 y 2008, diputada por Sevilla en el Parlamento de Andalucía desde 2008, y senadora por Andalucía entre 2011 y 2012. Pero, sabido es que es el PSOE y su aparato el que dirige la acción de sus altos cargos en la Junta en las demás instituciones y Susana Díaz ocupó cargos orgánicos en el PSOE que conllevaban la responsabilidad de marcar las líneas de actuación de sus miembros –secretaria de Organización del PSOE de Sevilla entre 2004 y 2010 y del PSOE de Andalucía desde marzo de 2010 hasta julio de 2012.
El 6 de mayo de 2012, José Antonio Griñán la nombró consejera de Presidencia e Igualdad en la Junta de Andalucía y ya fue secretaria general del PSOE de Sevilla entre el 14 de julio de 2012 y el 30 de noviembre de 2013. Luego fue secretaria general del PSOE andaluz y presidenta de la Junta.
Por todo ello, siempre ha estado en el meollo de las cuestiones relevantes y es metafísicamente imposible que no conociera los manejos de la formación para potenciar la política sectaria y partidista en la Sierra Norte de Sevilla. Por si fuera poco, fue en junio de 2014 cuando aparecieron, en exclusiva de Libertad Digital, los 8 informes de los interventores provinciales de la Junta que subrayaban las irregularidades en las subvenciones a los cursos de formación en toda Andalucía, informes que no permitió que llegaran al Parlamento.
No es la primera vez que Susana Díaz decide interpretar el papel de víctima recordándose todo el proceso de su nombramiento como presidenta de la Junta en el que acusó a la oposición de torpedear la decisión del pueblo andaluz, un pueblo que, en más del 60 por ciento, no la votó.