Menú

Alerta en 'El Mundo': "El verdadero conflicto es de Cataluña contra Cataluña"

ETA logra desplazar un poco, no mucho, a Cataluña mientras crece la emoción ante el debate Margallo-Junqueras.

ETA logra desplazar un poco, no mucho, a Cataluña mientras crece la emoción ante el debate Margallo-Junqueras.
Diada 2015. | EFE

El Mundo elije "el fraude de Volkswagen hunde al sector en la Bolsa" para abrir su portada. El titular sobre el tema catalán provoca escalofríos. "Montoro: 'Cataluña está en bono basura ¿quién le va a financiar si se independiza?". Montoro, ¿no estarás pensando en hacerlo tú? Que te conocemos. El editorial lo dedica al "golpe decisivo a una banda en estado de descomposición". ¿Todavía? Qué cadáver tan resistente.

Federico Jiménez Losantos le da vueltas al debate Margallo-Junqueras. No entiende "si la independencia catalana no es siquiera imaginable para el PP, ¿por qué debate sobre ese asunto, precisamente, el ministro de Asuntos Exteriores?". Entendería que fuera el de Justicia, para explicar "la imposibilidad legal". O Guindos y Montoro, para contarle los "prejuicios económicos". O el de Interior, para recitarle a Junqueras "las penas que los delitos de sedición acarrearían". Pero "el único ministro, el único español que no puede debatir sobre la independencia de Cataluña es el ministro de Asuntos Exteriores. Y por la gracia de Mariano Pantócrator es el que lo va a hacer. Y encima, con Junqueras hablando en catalán y Margallo en español. Lo que faltaba". Casimiro García-Abadillo tampoco las tiene todas consigo. "Yo creo que ese debate tiene más peligro que una piraña en un bidé", advierte.

Ignacio Vidal-Folch ha visto cosas que "no creerías". Y después de leerle le doy la razón. No me lo puedo creer. Ha visto "los innumerables mensajes de naturaleza sexual que han emitido los partidos separatistas". Los últimos tres años han sido "la fase de calentamiento o de celo", una "fase lenta y paciente de estimulación erótica mediante imágenes y palabras subidas de tono, en incluso cochinas". Eso ha deducido Vidal de eslóganes como "hagámoslo, entre todos llegaremos. Al éxtasis, claro está". Y nosotros sin caer. ¿Y qué pintan las CUP? Pues dice Vidal que son "la fuerza juvenil, incluso tosca, postulan un sexo enérgico, violento si es preciso". Porque en eso de "entrem amb força que cada uno decida si se trata de entrar con fuerza en el Parlamento catalán o en otra clase de cavidades más húmedas, blandas y cálidas", dice. Según la novela erótica que se ha montado Vidal, "la fase de clímax" fue el día 11 de septiembre, una "orgía". No había más que ver las "sonrisas extáticas". Eran por la "plenitud del goce orgásmico". ¿Y ahora qué? Pues ahora, dice Vidal-Folch, estamos viviendo la "fase de la tristitia, el post sexo", que es cuando "la dicha deja paso a la inquietud e incluso ansiedad". "¿Me puse protección?, se preguntan los pensionistas. ¿Me saldrá una venérea?, se preocupan los agricultores. Los indecisos, mientras se ponen la chaqueta y buscan la puerta de salida, dicen: 'Estuvo bien, pero ya te llamaré'". Anda, Vidal, date una ducha.

El historiador británico Henry Kamen se pone serio, como son los ingleses. "El conflicto entre Cataluña y España es casi inexistente. La verdadera tensión se da entre catalanes y ha sido provocada por ambiciones políticas personales""Los vecinos ya no se hablan abiertamente entre sí de sus problemas por temor a provocar tensiones". Eso me suena. ¿No lo dijo Aznar hace un porrón de tiempo? En la fase de calentamiento, creo.

El País dice que "la reforma del Constitucional permitiría destituir al presidente". Rajoy no lo ha leído, evidentemente. "Golpe de gracia en Francia a la cúpula de ETA". ¿Cuántas cúpulas tiene ETA? Porque cada equis tiempos se le da un golpe de gracia a la última. Dice el editorial que esta va de verdad, que son "los últimos de ETA". Esperemos, porque le crecen cúpulas como setas. Sobre Cataluña escriben hoy Carreras y García Delgado. "Es la hora de defender la nación constitucional, con las reformas necesarias para mejorar su articulación y el funcionamiento del Estado". En este periódico como no metas en cada artículo "reforma de la Constitución" no te dejan escribir. Y otro manifiesto en plan "Escocia, quedaos, os queremos". "Mejor unidos".

La Razón dice que "los jefes de ETA querían forzar una negociación en diciembre". Habrá que esperar a que se cubran los puestos vacantes. Lleva una tribuna de Antonio Cañizares pidiendo "orar por España y su unidad". Ah, pues oremos, eso ya nos deja mucho más tranquilos.

Pedro Narváez todavía no se ha recuperado de ver a Pablo Iglesias "haciendo el indio"."Coleta Morada tiene la gracia donde las abejas. Ni para chirigota de Kichi". Y Elly del Valle explica por qué las advertencias no obtienen resultados en Cataluña. "La convicción muy extendida en Cataluña de que a la hora de la verdad ni Mas se atreverá a calarse la barretina" ni Rajoy a "montar un guirigay" y habrá diálogo, que en nacionalistés significa "pedid y se os dará". "Votar a Convergencia se ha convertido en una costumbre de rentabilidad garantizada. Y lo peor es que esta convicción se ve avalada por la experiencia".

ABC no se da por vencida. "Europa advierte por escrito de que el parlamento catalán no puede declarar la independencia". Por cierto que también ve a ETA "al borde de su extinción". La aldea gala de Ignacio Camacho dice que un cuerno. "Tal vez haya caído la última cúpula de ETA, pero falta por derribar ciertos muros morales que sostuvieron su proyecto". En toda la frente.

David Gistau define el duelo entre Margallo y Junqueras como un "debate medio circense, pendenciero como los que estallan junto a una mesa de billar porque alguien retó a alguien con un 'eso me lo dices en la calle'". Lo que faltaba para una campaña "decepcionante y ridícula. Tanto, como que el único paliativo de tanta vergüenza ajena consiste en ver que otros próceres como Mas e Iglesias de repente se han puesto, literalmente, a hacer el indio (…) Es difícil tomarse en serio este supuesto momento histórico español". Pues no te lo tomes hombre, que se te ve muy decaído.

Pilar Rahola está, sin embargo entusiasmada con el debate. "Será un debate intenso, interesante y necesario", dice en La Vanguardia. "Pero eso ya lo sabíamos, porque siempre hemos sabido que debatir es mejor que pelear". Y que eso lo diga la hoolligan de los debates. Atenta, Pilar, a lo mejor aprendes algo.

Temas

En España

    0
    comentarios